Impresión 3D: Tendencias en sus utilidades y aplicaciones

Hace apenas algunos años hubiera parecido imposible que habláramos de impresión 3D como algo habitual y fuente de muchísimas soluciones en muy diversos ámbitos: desde lo meramente industrial al cuidado médico, pasando por la creación artística.

La impresión 3D está cambiando al mundo. En las fábricas automotrices ya se utilizan las impresoras 3D para imprimir partes de repuesto o para prototipos de diseños novedosos, los fabricantes de aviones (como por ejemplo Airbus) ya utilizan partes impresas en 3D. Y por supuesto, está el impacto que tiene la impresión 3D en el sector salud. Actualmente, por ejemplo, la mayoría de los dispositivos de ayuda auditiva ya están fabricados siendo impresos con estas impresoras y ya hay algunos que se imprimen incluso en titanio.

Dado este increíble avance, es difícil prever las tendencias a futuro para esta tecnología, pero igualmente hay ciertos elementos que permiten prever la evolución de esta innovadora opción de impresión.

Los mejores objetos para imprimir en 3D

El pasado reciente de esta industria muestra que la impresión 3D funciona mejor cuando se imprimen objetos que necesitan una personalización absoluta, puesto que son únicos. Es por ello que prototipos, implantes, piezas de joyería personalizadas son ideales para ser impresos de esta forma. Las impresoras 3D también son muy útiles para crear objetos que de otra forma serían muy difíciles de producir, pues es éste su punto fuerte: el producir objetos que provienen de diseños complejos y partes que embonan entre sí.

De acuerdo a esta premisa, ¿qué perspectivas a futuro hay para la impresión 3D?

Aquí algunas ideas.

1. La inclusión de nuevos materiales. A la posibilidad ya existente y utilizada de la impresión en metales (acero, titanio, oro…) pero a futuro se utilizarán no sólo estos materiales, sino otros, orgánicos, ¿quizá impresión en materiales orgánicos para poder imprimir piel y órganos? También es muy probable la impresión 3D en materiales combinados, y hay que observar bien a dónde lleva esta tendencia.
2. Mejores y mejores impresoras. Seguramente las impresoras serán mucho más poderosas, lo que les permitirá realizar las impresiones de forma más rápida, mejor y en mayores dimensiones. Ya viendo la calidad, detalle y tiempo que utilizan las impresiones actuales en 3D es fácil imaginar la evolución de esta tecnología (las impresiones actuales ya llegan a los 50 micrones en el detalle).
3. Impresión 3D más económica. Al haber cada vez más aplicaciones prácticas y mayores ventas, los precios de las impresoras disminuirán, haciéndolas más accesibles.
4. Muchas, muchas más aplicaciones. Es fácil ver esta evolución viendo que en poco tiempo se ha pasado de impresiones «pixeladas» de bustos caricaturescos a impresiones totalmente detalladas y precisas en metal. Así que no sólo resulta una tendencia, sino un desafío el llevar la impresión 3D a alturas insospechadas, aprovechando las ventajas que ofrece esta técnica.