En la intersección entre la creatividad artística y la innovación tecnológica, la realidad aumentada en arte emerge estableciendo un puente entre el mundo tangible y las infinitas posibilidades del reino virtual. Esta fusión no solo redefine la manera en que concebimos y creamos arte, sino que también influye de manera tangible en la gestión cultural contemporánea.
A lo largo de este artículo, exploraremos en detalle la evolución de la realidad aumentada en arte y su impacto en la gestión cultural.
El binomio arte-ciencia: ¿Qué es la realidad virtual y la realidad aumentada?
Desde el desarrollo de las primeras civilizaciones, la conexión entre arte y ciencia ha sido un hilo conductor a lo largo de toda la historia del arte. En el siglo XX, la llegada de la fotografía y el cine marcó una revolución, equiparable en importancia a las innovaciones tecnológicas que enriquecieron el proceso creativo y las obras de arte. Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de RV y la RA?
Realidad virtual (RV)
Es una tecnología que sumerge al usuario en un entorno totalmente simulado, creado digitalmente. Utilizando dispositivos como cascos de realidad virtual, guantes o controladores de movimiento, el usuario se desconecta del mundo físico y se sumerge en un universo virtual.
Realidad aumentada (RA)
Esta combina elementos del mundo real con elementos virtuales, superponiendo información digital sobre la realidad física. A diferencia de la realidad virtual, la realidad aumentada no busca reemplazar completamente el entorno físico, sino mejorar y enriquecer la experiencia, añadiendo capas de información digital perceptibles en tiempo real.
La realidad aumentada y su dimensión en el arte
Si bien la realidad virtual ha sido precursora, en la actual "era digital" es la realidad aumentada la que introduce una nueva dimensión. Esto es debido a que otorga a las obras una materialidad ficticia que desafía las fronteras convencionales del arte.
La realidad aumentada se manifiesta como una herramienta para la creación artística. Es la fusión entre espacios físicos y entornos virtuales lo que ha dado lugar a nuevas perspectivas, como la realidad mixta. En ella el espectador coexiste en dos mundos interconectados. La realidad aumentada redefine la experiencia creativa, desafiando las percepciones preexistentes del arte y permitiendo nuevas formas de expresión y participación.
La obra aumentada: la tecnología al servicio del arte
La realidad aumentada se posiciona como un recurso para los artistas contemporáneos al superponer objetos virtuales en el espacio físico. En este sentido, el Museo Nacional de Singapur creó la instalación Story of a Forest, ofreciendo una experiencia única utilizando realidad aumentada. La exhibición transforma el espacio en un bosque virtual mediante la superposición de imágenes digitales y sonidos. A través de una aplicación, los visitantes pueden explorar e interactuar con el entorno virtual, creando así una experiencia inmersiva y educativa.
Realidad virtual y realidad aumentada para impulsar la cultura
En el ámbito de la gestión cultural, la realidad aumentada se manifiesta como un recurso para enriquecer espacios expositivos y patrimoniales. Su atractivo para el público ha experimentado un crecimiento exponencial, convirtiéndola en un componente fundamental de los programas museográficos. Tanto la RA como la RV generan numerosos beneficios en el ámbito de la gestión cultural. Estos están centrados en proporcionar una experiencia inmersiva donde la interacción en la realidad virtual puede ser activa o pasiva. Todo ello permite al usuario participar y manipular objetos virtuales o simplemente observar y experimentar el entorno virtual.
Un ejemplo lo encontramos en el proyecto Prado Virtual fomentado por el Museo del Prado en Madrid. Aquí se utiliza la realidad virtual para otorgar a los amantes del arte la capacidad de explorar las extensas colecciones del museo desde cualquier lugar del mundo utilizando cascos de realidad virtual.
Ir más allá de la obra de arte
La realidad aumentada no solo transforma la visualización de obras en galerías y museos. También revela historias ocultas y contextualiza la creación artística. El Museo Británico, en Londres (Reino Unido) con su proyecto Museum of the World utiliza la realidad virtual para explorar la historia de objetos destacados en la colección del museo. Los usuarios pueden sumergirse en recreaciones 3D de artefactos y obtener información detallada sobre su origen, contexto histórico y relevancia, trascendiendo el objeto artístico.
Jugar e interactuar
La interactividad se convierte en la columna vertebral de la experiencia museística gracias a la realidad virtual. El Museo de Historia Natural de Londres con el proyecto Museum of the Future utiliza la realidad aumentada para mejorar la experiencia de los visitantes. En particular, la aplicación de realidad aumentada da vida a los esqueletos de dinosaurios en exhibición, proporcionando animaciones interactivas y detalles científicos adicionales cuando se visualizan a través de dispositivos móviles.
Visitar el lugar y la época que quieras desde cualquier lugar
La realidad virtual también abre puertas a la exploración de épocas y lugares remotos. El proyecto Angkor Wat desarrollado en Camboya utiliza realidad aumentada a través de una aplicación que permite a los usuarios visualizar cómo era el complejo en su esplendor histórico mediante reconstrucciones digitales superpuestas a las ruinas actuales. Esto ayuda a preservar la historia y ofrece a los visitantes una perspectiva novedosa del patrimonio.
En el tejido de la realidad aumentada en arte, la tecnología no solo se convierte en una herramienta, sino en un catalizador de una revolución artística. La convergencia entre lo tangible y lo virtual redefine la narrativa artística. Ofrece una plataforma para la creatividad ilimitada y establece una conexión más profunda entre el espectador y el mundo del arte. La realidad aumentada en arte no es simplemente una evolución; es una revolución que trasciende las fronteras de la imaginación y redefine la experiencia cultural contemporánea. En este escenario, la gestión cultural se convierte en custodia de una nueva era donde el arte y la tecnología convergen para forjar un futuro diferente y enriquecedor.
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