Hablar de UX/UI no es solo hablar de diseño, sino también de emociones y experiencias. Más allá de la estética, cada interacción despierta sensaciones y define la conexión del usuario con un producto.
Por tanto, aquellos que piensan que el diseño UX y la user interface se limitan a lo visual, se equivocan. En esencia, UX (User Experience) y UI (User Interface) buscan garantizar que el usuario tenga una experiencia digital fluida, intuitiva y satisfactoria.
Pero para diseñar una experiencia de usuario que realmente impacte, es fundamental que el diseñador o diseñadora utilice este concepto psicológico: el pensamiento convergente y pensamiento divergente.
En este artículo te explico por qué y cómo aplicar este enfoque innovador.
¿Qué son el pensamiento divergente y convergente en UX/UI?
El pensamiento divergente y convergente se aplica a multitud de ámbitos, aunque, en realidad, estos términos provienen de la psicología. Acuñados por J.P. Guilford en 1956, este autor plantea dos enfoques cognitivos en la resolución de problemas y la creatividad, diferenciando un pensamiento más crítico y analítico de otro de naturaleza creativa. Pero veámoslo punto por punto, ahora si, aplicado al ámbito del UX/UI:
- El pensamiento divergente es expansivo, busca generar ideas sin restricciones, explorando múltiples posibilidades sin juzgar su viabilidad de inmediato. En UX, este tipo de pensamiento se traduce en sesiones de lluvia de ideas, bocetos y conceptualización de múltiples alternativas.
- El pensamiento convergente, por el contrario, filtra y selecciona entre esas ideas, buscando las más viables y efectivas. Se enfoca en tomar decisiones basadas en datos, limitaciones técnicas y necesidades del usuario.
Para muchos profesionales, la clave del diseño UX no es elegir entre uno u otro, sino integrar ambos en el proceso de resolución de problemas.
Y es que detrás de cada pantalla, de cada interacción y cada decisión de navegación, hay un proceso profundo que busca mejorar la experiencia del usuario. Y aquí es donde tanto el pensamiento convergente como el divergente juegan un papel esencial.
Aplicación Práctica en UX/UI
Todo esto suena muy bien, pero ¿cómo podemos aplicarlo en la práctica? Aquí te dejo algunas sugerencias que puedes incorporar en tu estrategia de UX/UI:
1. Generar ideas sin límites con el pensamiento divergente
Deja que tu pensamiento divergente fluya y no te pongas restricciones. En esta fase, es crucial explorar todas las opciones posibles:
- Se realiza una lluvia de ideas con equipos multidisciplinarios.
- Se analizan referentes de otros sectores para inspiración.
- Se estudian tendencias en user experience para identificar oportunidades.
Como sugerencia, es clave no coartarse y permitir que todas las personas que participan en el proyecto exploren diferentes maneras en las que los usuarios interactúan con el producto o servicio.
2. Encontrar soluciones viables con el pensamiento convergente
En esta segunda fase, y una vez que se han generado múltiples enfoques, es hora de analizar cuáles funcionan mejor en la práctica. Aquí entran en juego:
- Pruebas de usabilidad para validar hipótesis.
- Filtrado de ideas con base en datos de usuarios reales.
- Iteraciones en el diseño de interfaz para optimizar la experiencia.
Este proceso permite seleccionar soluciones innovadoras que realmente mejoren la experiencia del usuario.
Cómo usar ambos tipos de pensamiento para diseñar experiencias impactantes
Por tanto, cada etapa del proceso quedaría de la siguiente manera:
- Fase de exploración (Divergente): Reúne al equipo y fomenta la creatividad sin restricciones.
- Fase de validación (Convergente): Usa métricas y pruebas de usabilidad para evaluar las mejores opciones.
- Iteración constante: No te conformes con la primera solución. Repite el ciclo hasta encontrar la mejor alternativa.
¿Lo vemos mejor aplicándolo a un caso real?
Ejemplo práctico: rediseño de una app de delivery
Supongamos que para una empresa de delivery, se detecta un problema: muchos usuarios abandonan el proceso de compra antes de finalizar su pedido. Por tanto, el objetivo es resolver el problema mejorando la experiencia del usuario.
Fase 1: Aplicación del pensamiento divergente
Aquí se trata de explorar tantas soluciones como sea posible.
– Empezamos con la investigación y empatía con el usuario
– Realizamos entrevistas y pruebas de usabilidad para entender por qué los usuarios interactúan de esta manera con la app.
– Recopilamos datos de analítica para detectar patrones de abandono.
– Se hace una sesión de lluvia de ideas
– Reunimos al equipo de UX/UI y hacemos una sesión de ideación sin limitaciones.
Algunas ideas resultantes podrían ser:
– Rediseñar la interfaz de pago para hacerla más intuitiva.
– Implementar un carrito persistente para evitar que los usuarios pierdan su pedido.
– Agregar una opción de “compra rápida” con favoritos.
– Usar recordatorios o notificaciones en caso de abandono del carrito.
– Prototipos rápidos
– Se crean wireframes y prototipos de las ideas más prometedoras para evaluar su funcionalidad.
Fase 2: Aplicación del pensamiento convergente
Ahora filtramos y seleccionamos las mejores soluciones.
– Empezamos haciendo una evaluación de viabilidad
– Se revisan limitaciones técnicas y costos de desarrollo.
– Se analiza el impacto de cada solución con base en la data de usuario.
– Pruebas de usabilidad
– Se implementan prototipos en pruebas con usuarios reales para medir efectividad.
– Se eliminan ideas que no mejoran la conversión.
Toma de decisiones y optimización
– Se elige la mejor solución basada en resultados.
– Se optimiza el diseño de interfaz para hacer la experiencia más fluida.
– Implementación y medición de impacto
– ¡Se lanza la solución elegida! y, no hay que olvidar, monitorizar métricas clave para validar su éxito.
Metodologías comunes en UX/UI
Además del pensamiento divergente y convergente, existen metodologías ampliamente utilizadas en UX/UI para estructurar el proceso de diseño y garantizar una experiencia del usuario óptima. Te dejo algunas de las más empleadas por si quieres aplicarlas en tu proceso de diseño de experiencias.
Una de las más populares es el Doble Diamante, un marco desarrollado por el Design Council que divide el proceso en cuatro fases: descubrir, definir, desarrollar y entregar, combinando exploración y enfoque en la resolución de problemas.
Otra metodología ampliamente conocida es el Design Thinking, que pone al usuario en el centro del proceso mediante cinco etapas: empatizar, definir, idear, prototipar y testear, fomentando la innovación y asegurando que el producto o servicio realmente responda a sus necesidades.
Por otro lado, el Design Sprint, creado por Google, permite validar ideas en solo cinco días a través de un proceso intensivo de ideación, prototipado y pruebas de usabilidad, agilizando la toma de decisiones y permitiendo iteraciones rápidas basadas en datos reales.
Ahora bien, si lo que quieres es obtener un conocimiento experto en UX/UI, te invito a conocer el Máster en Usabilidad y Experiencia de Usuario con el que definitivamente aprenderás a dominar los principios de la usabilidad.
Quizá quieras leer más sobre: Principios heurísticos de la Usabilidad: El abc de la UX
958 050 205
