Unos elementos fundamentales para soportar las cargas de cualquier edificación son los pilares y las columnas. Este elemento vertical se ha venido utilizando desde la Antigüedad clásica, con fines tanto estructurales como decorativos. En este artículo vamos a contar la historia de estos elementos arquitectónicos, y aprenderemos cuál es la diferencia entre pilar y columna.
Columnas modernas que imitan el estilo clásico
Tipos de columnas en la Antigüedad
Ya en el antiguo Egipto se empezaron a utilizar columnas de piedra de forma cilíndrica para soportar los techos en el interior de los templos. Estas columnas se decoraban con relieves, que podían tener una función religiosa. Sin embargo, fueron los arquitectos griegos y romanos los que mejor supieron aprovechar el potencial de las columnas, creando pórticos en el exterior de los edificios que sustituían los muros de las fachadas y las aligeraban. De hecho, fueron los griegos quienes definieron los órdenes clásicos, estilos arquitectónicos que debían seguirse para crear edificios bellos.
Los tres órdenes clásicos en disposición cronológica son el dórico, el jónico y el corintio. Se pueden diferenciar según los tipos de columnas que se emplean en cada uno de ellos. Las columnas clásicas tienen tres partes diferenciadas:
- Basa: es la parte inferior de la columna.
- Fuste: es el elemento central y más largo de la columna.
- Capitel: es la parte superior de la columna sobre la que se apoya el tablero horizontal superior, o arquitrabe.
La columna dórica no tiene basa, mientras que la jónica y la corintia sí tienen. El fuste tiene acanaladuras longitudinales en los tres órdenes, aunque con ciertas diferencias. Sin embargo, es en el capitel donde mejor se pueden distinguir los tres tipos. Mientras que el capitel dórico es simple y de líneas rectas, el jónico tiene volutas a los lados, y el corintio está decorado con hojas de acanto. De esta forma, es patente cómo la columna se hacía más compleja con el paso del tiempo.
Columnas dóricas en el Partenón de Atenas
Ya en época romana, se crearon otros dos órdenes basados en los tres anteriores. El orden etrusco surgió como simplificación del dórico, mientras que el orden compuesto o imperial combina características del jónico y el corintio, dando lugar a los cinco órdenes clásicos. Además de columnas, los romanos emplearon pilastras como elementos verticales. Más adelante analizaremos qué diferencia a las pilastras de las columnas.
Función estética de las columnas
A pesar de lo que pueda parecer, las columnas no eran un simple elemento estructural. El hecho de que se definieran modelos de columnas con distintas decoraciones pone de manifiesto su aportación a la estética del conjunto arquitectónico. Además, hay ejemplos de columnas cuya función es exclusivamente estética, como las erigidas para celebrar victorias militares. Un buen ejemplo es la columna de Trajano en Roma. En momentos posteriores de la Historia, se imitó esta función conmemorativa de las columnas, por ejemplo, en la columna Vendôme (París, 1810) o la columna de la Victoria (Berlín, 1874).
Columna de Trajano en Roma
Elementos verticales en la arquitectura posterior. Diferencia entre pilar, columna y pilastra
Si bien continuó el uso de las columnas, con el comienzo de la Edad Media y la arquitectura románica se confió la sustentación vertical de la estructura a los muros, apoyados por contrafuertes. Sin embargo, con el arte gótico surgieron nuevos elementos que cumplían la función estructural de los muros. A continuación, vamos a explicar la diferencia entre pilar, columna y pilastra:
- Columna: Elemento vertical de sección circular.
- Pilar: Elemento vertical de sección poligonal.
- Pilastra: Elemento vertical adosado a un muro.
Por lo tanto, podemos ver que la principal diferencia entre pilar y columna está en el uso de dos tipos de secciones: circular o poligonal. Abundan los ejemplos de pilares cuadrados, cruciformes u octogonales en las catedrales medievales góticas. Estos pilares, junto con los arcos apuntados, permitieron crear iglesias altas y bien iluminadas, a diferencia de las iglesias bajas y oscuras del románico.
Los ya mencionados contrafuertes del románico se pueden considerar pilastras, ya que son elementos verticales adosados al muro de carga. No obstante, a partir del Renacimiento la pilastra comienza a utilizarse con función únicamente estética. En este caso, se utilizan para dar profundidad a un muro. La sección de las pilastras puede ser circular o cuadrangular.
Pilastras en un edificio en Bydgoszcz, Polonia
Es también en el Renacimiento (siglos XV y XVI) cuando se produce un retorno a los modelos clásicos, adaptándolos al pensamiento humanista de la época. Las columnas de orden jónico y compuesto recobraron su protagonismo, integrándolas con formas geométricas. Este mismo estilo fue adoptado de nuevo y ampliado en el siglo XVIII por la arquitectura neoclásica.
Pilares en la construcción moderna
El uso de materiales como el hormigón y el acero ha permitido la sustitución completa de los muros de carga en favor de los pilares. Combinando pilares verticales con vigas horizontales se construye la estructura básica de la mayoría de los edificios actuales, originando estructuras más ligeras y flexibles.
En la actualidad, los pilares cuadrados y rectangulares están más extendidos que las columnas por su facilidad constructiva, ya que requieren encofrados más simples. Además, los pilares han perdido casi en su totalidad la función estética que tenían en el pasado, ya que suelen quedar integrados en los tabiques y muros divisorios. Solamente en edificios singulares se suelen utilizar columnas, que quedan a la vista y combinan las funciones estética y estructural. Sí es cierto que los diseños actuales de columnas y pilares son más austeros, como herencia de la estética modernista que se opone a la imitación de los modelos antiguos.
Pilar de Catedral de León
Conclusión
Ya conocemos las diferencias entre pilares, columnas y pilastras, elementos que se han venido utilizando desde la Historia Antigua. En distintas épocas han cumplido funciones estructurales y estéticas, para lo cual han adoptado diversas formas y materiales. En la actualidad, son un elemento esencial en la estructura de cualquier edificación, por lo que siempre han de tenerse presentes en el diseño de edificios. Conocer su historia permitirá obtener distintas soluciones arquitectónicas que, dado el caso, las integren y las pongan en valor.
Si quieres ampliar tus conocimientos sobre diseño arquitectónico y sobre cómo afrontar un proyecto de arquitectura e interiorismo, te recomendamos nuestro Curso Superior en Diseño Arquitectónico con Revit. Este curso online te permitirá utilizar una de las herramientas más utilizadas por los modeladores BIM, proporcionándote las competencias demandadas por los estudios de arquitectura e ingeniería.