Nuestro genoma es complejo y nos hace únicos
Nuestro genoma es complejo, y si bien todas las células de nuestro organismo presentan el mismo código genético, no todas expresan los mismos genes en el mismo momento. En definitiva, esto es lo que favorece que los tejidos se diferencien unos de otros. Voy a ser un poquito más claro. Los genes que expresa una célula de la piel son diferentes de los que expresa una célula del hígado.
La epigenética condiciona la expresión de nuestros genes, incluso en la progresión de tumores sólidos
Pero… ¿Cómo es esto posible? Pues bien, tenemos que darle las gracias a la epigenética. En definitiva, las marcas epigenéticas son como interruptores que, dicho de forma un poco burda, “encienden” o “apagan” determinados genes en función de la especialización de una célula. Utilizando una terminología más apropiada, las marcas epigenéticas activan o silencian la expresión de un gen.
No me voy a parar a explicarte cuáles son las principales marcas epigenéticas ni cuáles son sus efectos, pero sí que te diré que estas tienen un papel crucial en la progresión de diversos tipos de tumor.
Las marcas epigenéticas pueden depositarse directamente sobre el ADN, mediante la metilación de las citosinas, o bien sobre las histonas (proteínas que compactan el ADN genómico formando la cromatina). En el caso de las histonas, las modificaciones pueden ser acetilaciones y metilaciones entre otras.
La proteína PRMT5 juega un papel fundamental en la progresión de tumores sólidos. Desarrollo de un nuevo fármaco inhibidor.
La proteína PRMT5 (arginina metiltransferasa 5) transfiere grupos metilo a las argininas de las histonas, modificando los patrones de expresión. Esta proteína actúa en sinergia con MEP50, formando un complejo. Del mismo modo, este complejo está implicado en el proceso de splicing. Según las investigaciones actuales, la inhibición de la proteína PRMT5 puede volver vulnerables a ciertos tumores relacionados con alteraciones en el splicing, conduciendo a un incremento en la presentación de neoantígenos. Por ende, la inhibición de esta proteína puede resultar de importancia, en combinación con la inmunoterapia, para tratar el cáncer.
El gen de la metiltioadenosina fosforilasa (MTAP), cuando está ausente en algunos tipos de cáncer, provoca la acumulación de metiladenosina, su sustrato, que actúa como inhibidor de la proteína PRMT5. En el artículo publicado en la America Association for Cancer Research, Brehmer y colaboradores (2021) plasmaron el descubrimiento de una nueva molécula que puede actuar como un potente inhibidor de la proteína PRMT5. Se trata de una pequeña molécula denominada JNJ-64619178.
En definitiva, el tratamiento con el fármaco provoca un efecto antiproliferativo de las células cancerosas. La inhibición de PRMT5 por parte de JNJ-64619178 conduce a un aumento del splicing alternativo en líneas celulares de cáncer.
Los ensayos clínicos muestran la efectividad del fármaco JNJ-64619178 frente a tumores sólidos
En el presente año, este fármaco ha sido ya probado en humanos obteniendo unos resultados bastante aceptables. En principio, en el ensayo clínico el fármaco ha sido suministrado a diferentes grupos que presentaban diferentes tipos de tumores sólidos (carcinoma adenoide quístico, cáncer de páncreas, cáncer de próstata y melanoma uveal.
En España, el ensayo clínico ha sido llevado a cabo en La Unidad de Investigación de Terapia Molecular del Cáncer (UITM)-CaixaResearch bajo el mando de la doctora Elena Garralda. En este estudio han participado un total de 90 participantes.
En aquellos pacientes que presentaban carcinoma adenoide quístico (un tumor de las glándulas salivares bastante resistente a los tratamientos de quimioterapia actuales) el fármaco demostró una fuerte actividad antitumoral.
Pero hay más. Es de todos conocido que el cáncer de páncreas es uno de los más fulminantes y difíciles de tratar. Cuando da la cara, normalmente ya es demasiado tarde y el paciente tiene los días contados. En este ensayo clínico se dio el caso de un sujeto que presentaba este tipo de cáncer. Ninguno de los tratamientos suministrados anteriormente generó respuesta alguna en el paciente, no obstante, tras el inicio del ensayo clínico cuatro años atrás, mantiene la enfermedad bajo control.
Cada día más cerca de vencer al cáncer
Todos estos resultados resultan prometedores. Si bien en el cáncer intervienen diversos factores ambientales, así como procesos a nivel genético y epigenético que dificultan su comprensión, nuestro conocimiento va creciendo día a día.
Posiblemente, de aquí a unos pocos años, tumores que se consideraban mortales, acabarán resolviéndose con tratamientos mucho más dirigidos y menos agresivos para nuestro organismo.
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