En la actualidad, se diferencian distintos tipos de formas farmacéuticas. A grandes rasgos, la clasificación de los medicamentos se realiza en base de su estado físico y vía de administración.
Según la legislación española, una forma farmacéutica se define como la disposición a que se adaptan los principios activos y excipientes para constituir un medicamento. Se define por la combinación de la forma en la que el producto farmacéutico es presentado por el fabricante y la forma en la que es administrada.
Dicho de otra manera, una forma farmacéutica es la presentación que tiene el medicamento una vez preparado para su administración.
La finalidad de las formas farmacéuticas consiste en normalizar la dosis de un medicamento. Además, de ella dependerá la eficacia del medicamento, los acontecimientos farmacocinéticos y farmacodinámicos.
Por otro lado, la biodisponibilidad de un fármaco dependerá en gran parte de las propiedades de la forma farmacéutica, que a su vez dependerá de su diseño y fabricación y conservación de la forma farmacéutica.
La biodisponibilidad de un fármaco se refiere a la cantidad que llega en forma activa a la circulación sistémica y la velocidad a la que accede a esta, es decir, la fracción de medicamento capaz de llegar al lugar de acción. Es importante señalar que antes de llegar a este sitio de acción en concentraciones efectivas, un fármaco deberá atravesar una serie de barreras que a su vez dependerá del tipo de vía de administración.
Clasificación de las formas farmacéuticas
Dado el continuo avance y alto desarrollo tecnológico y la frecuente aparición en el mercado farmacéutico de nuevas formas farmacéuticas, cada vez se hace más complejo establecer una clasificación de los medicamentos. No obstante, para simplificar dicha clasificación, podemos distinguir dos tipos de formas farmacéuticas según su estado físico y vía de administración.
Formas farmacéuticas según su estado físico
Con base en su estado físico, podemos distinguir:
- Formas farmacéuticas sólidas. Ejemplos: polvos, granulados, cápsulas, comprimidos, sellos, tabletas, supositorios, óvulos o implantes.
- Formas farmacéuticas sólidas semisólidas. Ejemplos: pomadas, pastas, cremas, geles o espumas rectales .
- Formas farmacéuticas sólidas líquidas. Ejemplos: soluciones, suspensiones, emulsiones, jarabes, elixires, lociones, linimentos o inyectables.
- Formas farmacéuticas gaseosas. Ejemplos: aerosoles, nebulizadores o gases medicinales .
Formas farmacéuticas según su vía de administración
Atendiendo a la vía de administración, nos encontramos con la siguiente clasificación de los medicamentos:
- Oral: es la vía de administración más utilizada. Se distinguen: polvos, granulados, comprimidos, cápsulas, jarabes, suspensiones.
- Parenteral o inyectable: Se administran principalmente por vía intravascular (intravenosa, intraarterial) y por vía extravascular (subcutánea, intramuscular intradérmica, epidural, intratecal, intraperitoneal). El tipo de inyectable juega un papel importante en la velocidad de absorción del fármaco.
- Tópica y subcutánea. Se conocen: pomadas, cremas, geles, pastas, parches, implantes.
- Inhalatoria. Existen dos tipos de dispositivos para la administración de formas farmacéuticas por vía inhalatoria: inhaladores y nebulizadores.
- Rectal y vaginal. Actualmente, disponemos de supositorios, enemas, óvulos, espuma, comprimidos vaginales y dispositivos intrauterinos.
- Oftálmica y ótica. Se distinguen los colirios, pomadas, insertos oftálmicos y gotas.
Ejemplos de formas farmacéuticas
Aunque ya te hemos explicado una clasificación de las formas farmacéuticas, te vamos a explicar más detalladamente con ejemplos las características y el uso de las formas farmacéuticas más importantes. Este punto nos servirá para conocer, por ejemplo, los distintos tipos de comprimidos y su diferencia con las cápsulas. ¡Nos adentramos!
- Polvos medicinales: sus componentes se presentan en forma pulverizada. Pueden estar o no dosificados, mantener su pureza o estar mezclados con excipientes. Distinguimos los polvos de uso tópico para aplicación dérmica y granulados para ingestión.
- Comprimidos: como su nombre indica, un comprimido es una forma farmacéutica sólida que se obtiene al comprimir un volumen específico de polvo o gránulos que contiene uno o más principios activos, junto con excipientes que facilitan su fabricación y mejoran su estabilidad, biodisponibilidad y aceptabilidad para el paciente . Destacan por su dosificación exacta, por su facilidad de conservación y envasado, así como por la comodidad de su administración.
- Píldoras: a diferencia de los comprimidos, las píldoras son muy pequeñas y se tragan enteras. Su peso no excede los 30 miligramos. Normalmente, disimulan el mal sabor mejor que los comprimidos.
- Cápsulas: las cápsulas son una forma farmacéutica sólida en la que uno o más principios activos están contenidos dentro de una envoltura soluble, generalmente de gelatina, que se disuelve en el tracto gastrointestinal para liberar el principio activo. Su clasificación se divide en cápsulas duras y cápsulas blandas.
- Ampollas: tubos de cristal destinados a contener un medicamento líquido o en polvo para soluciones inyectables o en vía oral. Además de las ampollas se pueden emplear los viales para dosis múltiples. También existen unas ampollas especiales denominadas ampollas bebibles.
- Jarabes: líquidos que contienen azúcar en una solución muy concentrada. Existen los jarabes simples y los jarabes medicinales. El jarabe simple es una solución de azúcar en agua sin principios activos, mientras que el jarabe medicamentoso contiene principios activos disueltos y se utiliza para tratamientos médicos Se conservan en frascos pequeños en lugares oscuros y frescos.
- Inyectables: tienen forma de jeringuilla y penetran en tejidos hipodérmicos (inyección hipodérmica), musculares (inyección intramuscular) y en el torrente sanguíneo (inyección intravenosa).
- Emulsiones: mezcla heterogénea de dos líquidos inmiscibles (combinación en la que los líquidos no se mezclan completamente, formando dos fases separadas). Como forma farmacéutica, las emulsiones son semisólidas y estables.
- Colirios: se trata de líquidos acuosos que se administran sobre la conjuntiva ocular en forma de gotas. Son transparente, tienen la misma presión osmótica que las lágrimas, son neutros, se envasan en frascos cuentagotas y son estériles.
- Supositorios: se definen como formas farmacéuticas sólidas de forma cónica, ovoide o alargada, que se introduce en una cavidad corporal, como el recto, para liberar el medicamento de manera local o sistémica.
- Pomadas: formas farmacéuticas de aplicación dérmica. Su consistencia blanda se debe al excipiente con el que se mezcla el medicamento. Las pomadas también abarcan las cremas, las pastas dérmicas y los ungüentos. De igual forma, distinguimos entre pomadas emolientes, protectoras y curativas.
¿Qué requisitos que tiene que cumplir una forma farmacéutica?
En primer lugar, las formas farmacéuticas han de contener al/los principios activos en las cantidades adecuadas. En este campo, es primordial siempre tener presente que la dosis eficaz tiene que ser menor que la dosis tóxica.
En segundo lugar, las formas farmacéuticas han de mantener los principios activos inalterados durante su conservación. No obstante, para mantener las características de calidad, seguridad y eficacia del medicamento, es necesaria una adecuada conservación del medicamento según las indicaciones del prospecto. Por ello, hay que tener en cuenta la temperatura, la humedad y la luz ambiente. Normalmente, la duración y las condiciones de conservación se definen durante los ensayos de estabilidad pre-comercialización de los medicamentos.
Para terminar, las formas farmacéuticas han de garantizar que se alcance la respuesta terapéutica esperada. Este requisito debe contrastarse durante los ensayos preclínicos y clínicos.
¿Qué objetivos presentan las formas farmacéuticas?
Las formas farmacéuticas tienen como objetivo fundamental proteger el fármaco y facilitar su administración. Además, permiten una correcta dosificación del medicamento y confieren estabilidad al principio activo.
Por otra parte, favorecen una adecuada conservación disminuyendo el contacto a factores ambientales como la humedad o a la luz, ya que al disminuir la superficie, se aumenta la conservación.
Finalmente, las formas farmacéuticas tienen como último objetivo la modulación de la biodisponibilidad del principio activo. Aquí, juegan un papel fundamental el tipo de excipientes seleccionado y la forma de liberación del medicamento que se quiere conseguir.
¿Cuándo utilizar una forma farmacéutica u otra?
A grandes rasgos, la elección de una forma farmacéutica u otra dependerá de una serie de criterios: farmacológicos, biofarmacéuticos, tecnológicos y estéticos. Por otro lado, el tipo de liberación de la sustancia activa, el estado físico, la calidad microbiológica y la vía de administración son otros factores en cuenta a la hora de elegir la forma farmacéutica más adecuada.
Los criterios farmacológicos dependen a su vez de la duración y lugar de acción del medicamento. Aunque es importante tener en cuenta el tipo del medicamento, es importante señalar que para un paciente siempre le será más cómodo tomar un medicamento de liberación modificada y, por tanto, menos veces al día y por vía oral. Estos aspectos influirán en gran proporción sobre la adherencia farmacológica.
La perspectiva biofarmacéutica trata de lograr la biodisponibilidad más adecuada del medicamento. Dependiendo del objetivo, a veces interesa más mantener los niveles plasmáticos del medicamento durante un tiempo más prolongado que alcanzar la máxima biodisponibilidad.
Los criterios tecnológicos también conocidos como criterios galénicos hacen referencia a las propiedades fisioquímicas de las formas farmacéuticas. En este caso, se tendrá en cuenta la solubilidad del medicamento y esto condicionará por ejemplo, elegir una forma farmacéutica sólida o líquida.
Finalmente, los criterios estéticos hacen referencia al aspecto agradable que presenta el medicamento. Por ejemplo, los colorantes se incorporan a la formulación con el fin de mejorar el aspecto de un comprimido. Otro ejemplo, sería el caso de los parches transdérmicos donde la tendencia actual es el diseño sencillo, parches más finos y menos llamativos.
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Biosanitario
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