Aspirina y síndrome de reye, ¿sabes cuál es la relación?
El
síndrome de Reye es una
enfermedad grave que a día de hoy casi no se da en nuestro entorno, pero que en el pasado fue la causa de graves problemas en niños y niñas. El primer estudio clínico que se realizó para conocer mejor este cuadro clínico fue en 1980, y consiguió demostrar la
relación entre la administración de aspirina u otros medicamentos con salicilatos (como el ácido acetilsalicílico)
y la aparición de la enfermedad.
El síndrome se considera una
enfermedad rara en la actualidad, ya que la aspirina infantil dejó de comercializarse en España en 2003, muchos años después que en Estados Unidos, lo que supuso la casi total desaparición de casos. La lentitud en la respuesta de las autoridades sanitarias conllevó críticas al sistema sanitario y a la agencia española del medicamento, que no respondieron eficazmente a los avances que se estaban dando en la investigación sobre la enfermedad y sus causas.
Aspirina y síndrome de Reye: síntomas
Los
síntomas del síndrome se dan en
menores de 16 años que han pasado una enfermedad vírica o un proceso febril y han tomado algún
fármaco con ácido acetilsalicílico en su composición (en la mayoría de los casos aspirina), y comienzan con
malestar general, vómitos, cambios en el comportamiento y posterior letargo del niño o niña. La evolución es rápida, pudiendo llegar al
coma e incluso la
muerte. Algunos menores que superan el cuadro agudo tienen
daño cerebral permanente.
Pronóstico del síndrome de Reye
El
pronóstico era
complicado, aunque actualmente, gracias a los avances en el conocimiento sobre el síndrome, se actuaría con mayor rapidez. De hecho, la tasa de supervivencia se sitúa en torno al 80% de los casos.
Actualmente, al no existir fórmula de aspirina infantil comercializada
es mucho más difícil que este síndrome se presente, sin embargo
es importante recordar a padres y madres que no deben administrar nunca aspirina a menores de 16 años si no es bajo prescripción médica.
Alternativas seguras a las aspirinas para menores de 16 años
Las alternativas para la mejora de los síntomas de enfermedades víricas o procesos febriles en menores son variadas. El
ibuprofeno o el
paracetamol son medicamentos indicados en estos casos y su seguridad está demostrada, aunque el consejo médico siempre es necesario a la hora de suministrar fármacos a niños y niñas.
Aunque la Sociedad española de farmacia hospitalaria y la Agencia española del medicamento publicaron en 2003 alertas de farmacovigilancia para los medicamentos infantiles con salicilatos o ácido acetilsalicílico, hacía años que venían alzándose voces para usar alternativas a la aspirina en el tratamiento a menores. En un artículo del año 1986 ya se hace referencia a los estudios que se estaban realizando en Estados Unidos alertando de la conexión entre síndrome de Reye y administración de aspirina a menores.
El caso del síndrome de Reye es, por tanto, un ejemplo de la complejidad que rodea la comercialización de fármacos y la farmacovigilancia. A día de hoy es muy difícil que se de este síndrome, pero nunca está de más recordar que esta enfermedad es grave y que debemos permanecer atentos a ella.
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Biosanitario