Con el comienzo del frío se publicaron diferentes noticias sobre los riesgos asociados al consumo de la pseudoefedrina. Quizá no lo sabes, pero este principio activo de nombre indecible está presente en un gran número de antigripales. Si quieres saber si es peligroso su consumo y hasta qué punto, sigue leyendo.
¿Por qué está la pseudoefedrina en tu antigripal?
La acción descongestiva de esta sustancia se explica por su efecto simpaticomimético o agonista adrenérgico. El sistema nervioso simpático forma parte del sistema nervioso autónomo, que se activa de forma involuntaria, en este caso, ante situaciones que requieren actividad enérgica. Es decir, es el que prepara el cuerpo para estados de estrés, lucha o huida.
Piensa que tienes que correr 10 kilómetros. Como resultado de la activación del simpático se aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la frecuencia respiratoria y disminuye el grosor de los vasos sanguíneos, entre otras acciones. Este último efecto mencionado se conoce como vasoconstricción.
La pseudoefedrina al contar con un mecanismo de mimetización del sistema nervioso simpático, reproduce los efectos de su activación. Esta es la razón por la que se incluye en los antigripales. Su actividad vasoconstrictora conlleva el estrechamiento de los vasos sanguíneos en el organismo, aunque interesa especialmente por su efecto de constricción en la mucosa nasal, que implica una acción descongestiva.
No es selectivo
El problema de la pseudoefedrina es que su acción no es selectiva, por lo que también puede ocasionar múltiples de los efectos ya mencionados.
Si visitamos la ficha técnica de alguno de los fármacos comercializados que lo contengan como principio activo, encontramos que las reacciones adversas más frecuentes son, como hemos dicho, consecuencia de la excitación del sistema nervioso simpático: inquietud o nerviosismo, ansiedad, temblores e incluso trastornos del sueño. Así mismo, también puede producir hipertensión, taquicardias o náuseas con menor frecuencia.
Situación en España
No todos los antigripales contienen pseudoefedrina, pero en caso de que este principio activo esté presente, puede estar solo o en combinación con otras sustancias activas que están indicadas para el alivio de la congestión nasal ocasionada por el resfriado común o rinitis. De hecho, además de los antigripales, es muy común encontrar medicamentos antihistamínicos, para paliar los síntomas nasales de la alergia con pseudoefedrina.
En España puede consultarse la lista completa de los productos farmacéuticos comercializados con esta composición en la página de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Riesgos de la pseudoefedrina. Alerta sanitaria
La voz de alarma la ha dado el Comité de Seguridad de la Agencia Europea del Medicamento (European Medicines Agency, EMA), tras observar la notificación de varios casos de encefalopatía posterior reversible (PRES), y síndrome de vasoconstricción cerebral reversible (SVCR) en personas que habían consumido fármacos con pseudoefedrina.
Ambas reacciones adversas se producen como consecuencia de la reducción de flujo sanguíneo al cerebro, resultado de la constricción de los vasos sanguíneos. Son de carácter reversible en el mejor de los casos.
Es conveniente y recomendable saber, que ambas reacciones adversas son muy infrecuentes, y en caso de producirse se resuelven con un diagnóstico y tratamiento precoz. No obstante, se ha visto que en algunos casos pueden ocasionar complicaciones más graves, y pueden llegar a ser mortales.
¿Qué pacientes deben evitar este principio activo?
Como recomendación, el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC, por sus siglas en inglés) ha indicado que deben prescindir de este principio activo pacientes que tengan problemas renales o con hipertensión grave (o no controlada), para eludir los riesgos de la pseudoefedrina.
En caso de haber tomado esta sustancia se debe prestar atención y acudir a los servicios de urgencias si se dan síntomas como dolor de cabeza intenso y repentino, alteraciones visuales, convulsiones, náuseas y vómitos.
Alternativas a la pseudofedrina
Otros descongestivos nasales tales como la fenilefrina o la oximetazolina (muy particularmente esta última) presentan el riesgo de producir tolerancia, generando un efecto rebote, por lo que los pacientes necesitan utilizar un mayor número de dosis para disminuir la congestión nasal.
Por tanto, lo ideal es atacar la cuestión principal y consultar con un médico o farmacéutico si la mucosidad puede resolverse con activos mucolíticos. Para ello será necesario observar de donde proceden las secreciones nasales, ya que no se tratarán igual si se encuentran en la nariz o han bajado al pecho. Además, se ha de evaluar si existe tos, y en su caso si podemos o no suprimirla.
Así mismo, se pueden tener en cuenta varios consejos útiles para disminuir la congestión, como son:
- Beber agua para favorecer la eliminación de la mucosidad.
- Realizar lavados nasales con suero salino.
- Usar humidificadores que abran las vías respiratorias.
- Utilizar toallitas o compresas tibias, situándolas sobre los senos nasales, ya que la humedad favorece la eliminación de secreciones.
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