En ocasiones se experimentan reacciones adversas a medicamentos. La principal función de los medicamentos es curar patologías y/o prevenirlas, pero ¿qué más pueden producir en nuestro organismo?
Cualquier medicamento produce una serie de reacciones o efectos adversos de todo tipo que pueden suponer un riesgo para el consumidor ya que son la causa de muchas complicaciones que pueden suponer un ingreso hospitalario o incluso la muerte. Estas pueden ser causadas su principio activo o por agentes ajenos a éste.
Es de vital importancia saberlas identificar y, de la misma manera, notificar al Sistema Español de Farmacovigilancia. Veamos cuáles son y como hacerlo.
¿Qué son las reacciones adversas a medicamentos (RAM)?
La OMS define las RAM como “una respuesta a un fármaco que es nociva y no intencionada y que tiene lugar cuando este se administra en dosis utilizadas normalmente en seres humanos para la profilaxis, diagnóstico o tratamiento de una enfermedad, o para la modificación de una función fisiológica”.
A parte de eso, también son aquellos efectos producidos por errores de medicación ya sea abuso de este, sobredosis o uso no autorizado para la comercialización del medicamento.
Son sinónimos de RAM efecto adverso, efecto colateral, efecto secundario, efecto indeseable. Cabe diferenciarlas de evento adverso a medicamentos (EAM). Las RAM han sido causadas directamente por el fármaco y en una EAM no hay causa directa del medicamento. Por ejemplo, se considera RAM a una hipoglucemia producida por administración de insulina y EAM al traumatismo cerebral que se ha producido por la caída de la persona causada por la hipoglucemia.
¿Cuáles son los tipos de reacciones adversas a medicamentos y cómo identificarlas?
¿Cuántas veces hemos consultado aquel papel que viene incluido en la caja de nuestro medicamento? Se le llama prospecto y viene doblado por la mitad, y de ahí se dobla por otra mitad, y después en otra mitad. Poca gente tiene el don de poder volver a doblarlo de la manera inicial y dejarlo como si nunca se hubiera abierto. Las personas que no sabemos doblarlo tenemos miedo a que nos moleste el papel hecho una bola en el fondo la caja, pero tampoco nos atrevemos a tirarlo, aunque no lo vayamos a leer.
Pues bien, se recomienda leer el prospecto y, si no sabemos dejarlo en condiciones, se recomienda ponerlo en la nevera con un imán. El prospecto nos informa de aquellas reacciones adversas que puede producirnos el medicamento que vamos a tomar y nos especifican en que frecuencia pueden aparecer.
Se clasifican en:
- Muy frecuentes: Aparecen de 1 o más personas de cada 10.
- Frecuentes: Aparecen de 1 o más personas de cada 100.
- Poco frecuentes: Aparecen de 1 o más personas de cada 1000.
- Raras: Aparecen de 1 o más personas de cada 10000.
- Muy raras: Aparecen de 1 o menos personas de cada 10000.
- Frecuencia no establecida: Se desconoce la frecuencia.
Es conveniente leerlo ya que esa información nos permitirá identificar cuando estamos padeciendo una RAM y también no alarmarlos cuando nos alguien nos dice que el Ibuprofeno puede producir hepatitis, ya que su frecuencia de aparición es rara.
En la consulta de Atención Primaria atendemos a un paciente con tos persistente y, indagando por la historia clínica observamos lo siguiente… ¡Es un paciente hipertenso y toma ENALAPRIL! El paciente está padeciendo una RAM de ese medicamento muy frecuente, así que tenemos que cambiarle el tratamiento por otra medicación antihipertensiva.
Debemos prestar atención a aquellas RAM que puede producirnos el fármaco y consultar con un profesional sanitario ante cualquier duda o situación.
¿Cómo evitar las reacciones adversas de los medicamentos?
Para evitar las reacciones adversas de los medicamentos es importante saber que interacciones pueden tener, ya sean con otros fármacos, alimentos o suplementos, así podemos tomar precauciones especiales con anterioridad.
Esa información también se incluye en el famoso papel imposible de redoblar, por lo que también es interesante consultar con un profesional sanitario para que nos informe de estas interacciones.
La polimedicación se da en casos donde el paciente necesite tomar varios medicamentos de manera simultánea. Esto aumenta el riesgo de padecer un RAM ya que alguno de los fármacos pueden interaccionar entre sí, así que es muy importante que para evitar cualquier RAM ese paciente respete las indicaciones que le ha pautado su especialista.
Por ejemplo, el paracetamol tomado juntamente con algún anticonvulsivante puede potenciar la hepatotoxicidad, es decir, favorecer en la aparición de una lesión en el hígado.
Otro ejemplo será la interferencia entre medicamentos con algunos alimentos, como es en el caso de los anticoagulantes (por ejemplo, el Acenocumarol, conocido comúnmente como Sintrom) que interfieren con la cúrcuma. Esta está formada por una molécula activa llamada curcumina que tiene propiedades anticoagulantes, por lo que si la tomamos juntamente con el Acenocumarol estaremos aumentando su efecto y nos podrá producir hemorragias. En conclusión, se desaconseja totalmente tomar cúrcuma o alimentos que contengan curcumina en pacientes que tomen anticoagulantes.
¿Se deben de notificar?
¡OH NO, el síntoma que tengo aparece dentro de la lista de RAM del prospecto que tengo en la nevera, ¿qué debo hacer?!
Tranquil@, las autoridades sanitarias de nuestro país desarrollan una gran tarea ante las RAM ya que son capaces de identificar y evaluarlas. A parte pueden establecer programas de farmacovigilancia para vigilar y realizar un seguimiento sobre la seguridad de los medicamentos comercializados.
En España existe el Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H) que tiene un centro en cada comunidad autónoma, y se encarga de recoger toda la información sobre los efectos adversos.
La notificación del las RAM es de vital importancia ya que estas pueden suponer un riesgo para la salud pública y pueden afectar a una gran parte de la población, por lo que es necesario que las autoridades sanitarias estén al corriente para poder obtener más conocimiento sobre el medicamento. Esto va a permitir actuar y a consecuencia, disminuir el riesgo y optimizar los tratamientos.
¿Cómo debo notificarlas?
Podemos notificar las RAM o nuestra sospecha de ellas por diferentes vías:
- Mediante profesional sanitario: Comunicar nuestra sospecha a los profesionales del Centro de Salud y a los farmacéutico/as. Estos se encargarán de notificarlo al SEFV-H.
- Formulario electrónico: Se encuentra a la disposición de cualquier usuario a través de la página web del SEFV-H y también al final del famoso prospecto que nunca leemos.
El formulario debe estar rellenado correctamente y debe incluir lo siguiente:
- Reacción/es adversas y breve descripción.
- Medicamentos u productos relacionados: Indicar el medicamento que ha producido la posible RAM. Debe indicar los medicamentos que ha tomado de manera simultánea o si ha tomado el medicamento junto a algún alimento o suplemento.
- Medicaciones que se han tomado en los últimos tres meses, incluidos los medicamentos a base de plantas medicinales.
- Datos de la persona que ha padecido la RAM.
- Datos de la persona que notifica la RAM.
Para aprender más sobre las RAM y el Sistema de Farmacovigilancia Español y Europeo, no dudes en informarte por nuestro Máster Medical Scientific Liaison.
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