¿Qué es mejor el ibuprofeno o paracetamol?

Se acerca el invierno, con él llegan los resfriados, la gripe, dolor de cabeza y ¿cuál es el principal medicamento que solemos utilizar para combatir todo este tipo de malestares? Pues sí, efectivamente el medicamento que más solemos utilizar es el paracetamol o el ibuprofeno. En este post te damos la respuesta a la duda que todos se han puesto almeno una vez: ¿qué es mejor el ibuprofeno o paracetamol?

Paracetamol

Fármaco  analgésico, antitérmico y normalmente suele tener buena tolerancia.

Su uso en niños se restringe solamente cuando existe un estado febril de más de 38’5ºC axilar o bien porque exista algún tipo de dolor. Si se administra la dosis adecuada, el paracetamol puede llegar a ser muy eficaz.

Una creencia errónea es que la administración de Paracetamol da sueño, es falso; A ver, está claro que si administramos paracetamol a un niño de temprana edad que presenta molestias, dormirá más tranquilo, eso es evidente, pero no significa que por quitarle las molestias y dormir mejor vaya a tener efectos hipnóticos.

Ibuprofeno

El ibuprofeno es un fármaco que posee una acción antitérmica, analgésica y como diferencia al paracetamol  posee acción antiinflamatoria muy efectiva.

Tiene buena tolerancia, es seguro y eso sí, tanto un fármaco como el otro pueden ser bastante tóxicos si se abusa de ellos.

El consumo excesivo de Paracetamol puede dar lugar a una insuficiencia hepática aguda. Sin embargo, el abuso de Ibuprofeno puede llegar a dañar los riñones y la médula ósea.

Debemos para ello respetar el horario estimado para cada una de ellas, si son cada 6-8 horas es cada 6-8 horas, ni antes ni después.

También sobre el ibuprofeno se suele decir que provoca somnolencia. Realmente, el ibuprofeno no es causa directa de sueño, ya que no se ha registrado ningún efecto somnífero en este medicamento. Lo que sí puede pasar es que, una vez se hayan aliviado las molestias y la inflamación, las personas que lo hayan ingerido experimenten sueño al sentirse más relajados.

Intoxicaciones en menores: los posibles riesgos de una ingesta excesiva de Paracetamol e Ibuprofeno

Atención a los menores, las formas farmacéuticas preparadas para ellos las fabrican especialmente para que se las tomen sin problemas por lo que hay que supervisarlos en todo momento.

Tienen sabores agradables, lo que proporciona al niño que posea una pequeña atracción por el medicamento administrándose el mismo más cantidad de la deseada.

Debemos de saber que el paracetamol no posee efectos inmediatos, es decir que hasta pasadas las primeras 24 horas tras su administración no sufriremos los síntomas de una posible insuficiencia hepática.

Por lo tanto, si conocemos la situación de alguien que haya ingerido grandes cantidades de alguno de éstos dos fármacos, debemos de llevarlo de inmediato al servicio de Urgencias para que le realicen un lavado gástrico (en el caso de haber pasado menos de una hora). Si han transcurrido más horas se le administrará carbón activado para que atrape lo que hay en su intestino y pasadas cuatro horas se le realizará una analítica para ver los niveles que quedan de paracetamol en sangre.

Si los resultados son aún elevados, se le proporcionará un protector hepático.

La otra solución de la que disponemos en caso de daño hepático, sería la del trasplante hepático.

Actualmente, la intoxicación más frecuente de hoy en día que existe es por uso excesivo de Paracetamol.

Recordemos que la dosis adecuada en niños de menor edad es de 20 mg/kg, sin embargo en adultos la dosis máxima recomendada diaria es de 4 gramos, equivalentes a ocho comprimidos de 500 mg.

Cuidado por lo tanto a la hora de administrar ya no solamente paracetamol o ibuprofeno, cualquier tipo de medicamento sin prescripción médica y en cantidad excesiva, resultará perjudicial para nuestro organismo.

En cuanto a los medicamentos recomendados para el tratamiento de los simples resfriados a los que nos enfrentamos, y más en ésta época en la que estamos, les recomiendo que antes de automedicarse consulten con el médico, ya que automedicarse conlleva a enfrentarnos a una serie de consecuencias que a lo largo de nuestras vidas pueden llegar a ser tan perjudiciales como para causar la muerte.