Nutrigenómica y nutrigenética. Dieta personalizada

La Nutrigenómica, o Genómica Nutricional en general, puede definirse como la relación entre la dieta y nuestra respuesta genética a ella. Actualmente la Genómica Nutricional puede subdividirse en dos partes: Por un lado hablaremos de Nutrigenómica cuando se estudia cómo los nutrientes influyen en la actividad génica y/o producción de proteínas y metabolitos. La Nutrigenética, sin embargo, estudia cómo aumentan o disminuyen los riesgos de padecer enfermedades relacionadas con la nutrición según la genética de cada individuo. A principios del 2000 con el descubrimiento de la secuenciación del genoma humano, aumentaron los estudios sobre esta disciplina que está en constante progreso. Estudiosos de Medicina Preventiva y Genómica han llegado a afirmar que: “la gran mayoría de dolencias no son púramente genéticas, interviniendo la alimentación y el modo de vida. Los genes, dependiendo de lo que comemos, se pueden expresar de una manera u otra”. Fuera de frivolizar con el tema, no se busca comer lo que no nos vaya a engordar y embellecer, sino se basa en la búsqueda de la dieta más específica a las características genéticas de cada individuo.

Una posible solución a un problema de gran dimensión: cómo reducir las muertes en Europa por enfermedades genéticas

En Europa, enfermedades como obesidad, cáncer, diabetes o enfermedades cardiovasculares son responsables de 35 millones de muertes al año en todo el mundo por lo que, a la vista de estos datos, no cabe duda de la necesidad de dar soluciones reales a problemas reales. Se sabe que hay susceptibilidad genética  en el gen TCF712 al ictus, y que dicho gen puede ser modulado con la dieta. Pacientes con la variante TT que posee más riesgo de sufrir el episodio, con una dieta mediterránea es revertido. Por lo que “dar a cada individuo lo que genéticamente necesita, va a controlar la diabetes, colesterol, obesidad, enfermedades cardiovaculares…” -José María Orvarás, director del Laboratorio de Nutrición y Genómica de la Universidad de Tufts (EEUU).

Es científicamente probado que la alimentación juega un rol principal en la salud (y en la futura salud)

Decir a día de hoy que la alimentación marcará nuestra futura salud, es redundar en lo sabido ya, pero parece que la concienciación no cala lo suficiente en la población como para que nuestros hábitos cambien y mejoren. Nos quejamos de la incidencia creciente de ciertas enfermedades, pero seguimos prefiriendo una vida sedentaria y una dieta que deja mucho que desear. Desde el punto de vista legal y científico, aún no se conoce lo suficiente como para implantar estas técnicas, pero hay muchos estudios y muy positivos al respecto, como puede ser el Estudio de nutrigenómica y adaptación genética al clima y la dieta en las poblaciones humanas, de 2015, en la Universidad de California que recientemente ha visto la luz y ha identificado perfiles adaptados a clima y dieta. Se afirma y demuestra, que una dieta que puede resultar sana para una persona, podría no serlo para otra con un perfil genético diferente. Aunque parezca casi cosa de magia saber cuál y cómo es la interacción entre nutrientes y biomoléculas como el ADN y además, asociar estas interacciones a nuestra salud no estamos tan lejos de ello. En el siguiente cuadro podemos observar la genética de algunas enfermedades complejas relacionadas con la nutrición (obtenido del artículo Present and future perspectives of Nutrigenomics and Nutrigenetics in preventive mediciene Nutr. clín. diet. hosp. 2012; 32(2):92-105.)

El futuro de la nutrigenómica

La nutrigenómica permitirá, en un futuro aumentar la seguridad y eficacia de los alimentos, pero hasta que no llegue ese momento, y, pese a ser más aburrido, debemos ser nosotros mismos los que cuidemos nuestra alimentación. Decir que el ejercicio físico, la ausencia de tabaco, una dieta equilibrada y baja en grasas saturadas fomenta la salud y bienestar no es descubrir nada nuevo, que haya concienciación y se cumpla… ya es otro tema. Deje que los alimentos sean su medicina y que la medicina sea su alimento - Hipócrates