La Naprotecnología como alternativa frente a la Reproducción Asistida
Si bien es cierto que las tecnologías implicadas en la Reproducción Asistida (RA) están hoy día muy extendidas y consiguen altas tasas de éxito en parejas que presentan infertilidad por factor masculino, femenino o mixto, no están exentas de provocar diversos efectos secundarios.
Como alternativa a estas surge la naprotecnología, un método en el que los expertos embriólogos se centran principalmente en solventar las causas de la infertilidad y en el ciclo natural de la mujer.
La Naprotecnología y su enfoque holístico
La naprotecnología, abreviatura de "Tecnología Natural Procreativa", es una rama de la medicina que se centra en el monitoreo y mantenimiento de la salud reproductiva de las mujeres de manera natural. Fue desarrollada por el Dr. Thomas Hilgers, un obstetra y ginecólogo estadounidense, en la década de 1990. Esta tecnología se basa en la observación y el análisis detallado de los signos biológicos del ciclo menstrual para diagnosticar y tratar problemas de fertilidad y otros trastornos ginecológicos.
La naprotecnología presenta un enfoque holístico, es decir, aborda la infertilidad como el resultado de la interacción entre diversos factores que pueden ser fisiológicos, ambientales, conductuales y emocionales.
En esta línea, la naprotecnología comienza con determinar el estado de salud y los hábitos diarios de la pareja. Por ejemplo, una de las causas más frecuentes de infertilidad se relaciona con la disfunción tiroidea y otros problemas hormonales. Del mismo modo, hay que hacer un seguimiento de la pareja durante al menos tres meses para entender los ciclos de la mujer.
Es importante estar al tanto de las señales y la fisiología del cuerpo
La naprotecnología sigue el modelo de fertilidad de Creighton. Este método implica un exhaustivo estudio de los ciclos femeninos observando diferentes señales fisiológicas, como por ejemplo el aspecto del moco cervical. Esto puede permitir detectar anomalías subóptimas de los niveles hormonales, así como fases lúteas más cortas de lo normal o bien con una duración variable.
Si la cantidad de moco cervical es insuficiente, siempre se puede pensar en atajar las causas subyacentes mediante la administración de los medicamentos o suplementos adecuados (vitamina B6, guafenesina, etc.). En caso de que la fase lútea sea la que se encuentra afectada, se pueden tomar suplementos hormonales como por ejemplo gonadotropina coriónica humana o progesterona. Del mismo modo, también se puede tomar citrato de clomifeno para estimular la ovulación.
Es importante que la pareja conozca los biomarcadores que se relacionan con la ovulación para programar el coito y maximizar las posibilidades de fecundación.
Puede ser que existan causas anatómicas que se relacionen con la infertilidad por factor femenino, como, por ejemplo, que existan bloqueos en las trompas de Falopio que únicamente puedan resolverse de forma quirúrgica.
¿Cuáles son las ventajas que presenta frente a la reproducción asistida?
La diferencia principal que existe con las técnicas de RA es que se pretende que pareja sea capaz de concebir mediante relaciones sexuales normales.
No hay que olvidar que la aplicación de cualquier técnica de RA implica una manipulación de los ciclos naturales en la mujer mediante el control hormonal. Por ejemplo, tras varios ciclos de hiperestimulación ovárica, la reserva ovárica de la mujer puede reducirse considerablemente, surgiendo a su ver además el tan temido Síndrome de hiperestimulación ovárica. Este implica en muchos casos complicaciones tales como ascitis, síndrome compartimental abdominal, disfunción renal entre otras.
Por otra parte, pueden producirse embarazos ectópicos, abortos espontáneos, etc. Otra complicación bastante frecuente implica el desarrollo de embarazos múltiples. Esto se deriva de la transferencia de varios embriones al útero materno. En estos casos es preciso provocar un aborto selectivo que puede traer consecuencias psicológicas para la madre.
La mayoría de las técnicas de reproducción asistida son invasivas para la mujer, sobre todo aquellas que implican la punción folicular para la extracción de los ovocitos.
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