Los controles de calidad y seguridad alimentaria hoy día acreditan que nuestra alimentación sea segura. No obstante, en determinados casos podemos encontrar ciertas sustancias las cuales pueden pasar desapercibidas. En este artículo trataremos los microplásticos ¿Qué son? ¿Cómo llegan a nuestros platos? ¿Qué perjuicios nos pueden ocasionar?
Como todos podemos comprobar, el plástico forma parte de nuestro día a día. Es un material muy asequible, versátil, económico y ligero. Derivado de este aparecen los microplásticos, siendo un problema la presencia creciente de estos en la cadena alimentaria.
Los microplásticos y nanoplásticos, como su propio nombre indica, son porciones minúsculas de plástico, invisibles a los ojos.
¿Cómo llegan los micorplásticos a la cadena alimentaria?
El origen más común de la aparición de estas sustancias en los alimentos es el origen marino. Los peces, crustáceos y moluscos están expuestos a una gran contaminación, e ingieren los microplásticos que se encuentran en suspensión en el agua, incorporándose por tanto al organismo del animal.
No obstante, la exposición a dichas sustancias al ingerir estos alimentos no es la misma:
- Los peces tienen grandes concentraciones de microplásticos, pero se almacenan en el aparato digestivo. Como dicha parte la desechamos y normalmente no se ingiere, nuestra exposición es pequeña.
- En los crustáceos y moluscos, al comerlos enteros, nuestra exposición será mucho mayor.
Esta problemática lleva mucho tiempo siendo estudiada por la EFSA, ya que, a priori, parece ser una situación preocupante de contaminación y de riesgo para la salud de los consumidores. Sin embargo, en el último informe emitido se concluyó que estas sustancias están controladas por una estricta legislación por la Unión Europea en relación con los niveles máximos permitidos.
Efectos de los microplásticos en la salud de los consumidores
Sí sabemos que en los plásticos hay ciertas sustancias nocivas para la salud, las cuales, en contacto con alimentos, pueden pasar a ellos y acabar ingiriéndolos.
No obstante, respecto a los microplásticos, como acabamos de hacer mención, la EFSA en su último informe relajó dicha preocupación, concluyendo que no era un riesgo alarmante ya que está estrictamente controlado.
Además, hoy día no se conocen exactamente las consecuencias que puede tener en la salud de los consumidores. Los datos disponibles con respecto a la presencia de microplásticos en la comida, la biodisponibilidad, toxicidad y toxicocinética, y la correspondiente exposición humana, son escasos, y están sometidos a muchas incertidumbres.
Parece que el riesgo no es significativo, por los niveles de exposición a los que nos podemos someter. No obstante, recalcamos, que no existen datos que nos aseguren dicha afirmación y se necesitan muchísimos más estudios al respecto.
¿Solución? Evitar el uso de plásticos
Ya sabemos que no están claros los efectos a largo plazo en la salud de los consumidores. Lo que sí podemos afirmar es que claramente hay un abusivo uso de plásticos, lo que lleva a un problema de contaminación bastante grande.
Esta contaminación afecta al medioambiente y llega hasta nuestro organismo, por diferentes vías. Aunque en la alimentación el riesgo tóxico no está claro, sí podemos intuir que una alta y gran exposición a largo plazo no debe ser beneficioso para nuestro organismo.
Como es mejor prevenir que curar, vamos a ver algunas medidas que podríamos llevar a cabo para reducir el uso de plásticos en la medida de lo posible:
- Usar botellas de agua reutilizables, no plásticas.
- Usar bolsas reutilizables, para no recurrir en cada compra a bolsas de plástico.
- Utilizar recipientes o tupper de cristal o material no plástico.
- Recurrir a envases sin plástico siempre que sea posible.
- Sustituir pajitas de plástico por metálicas u orgánicas.
- Reciclar el plástico que se genera.
- No tirar basura y desperdicios en la calle.
- Evitar las sartenes recubiertas de teflón.
- Mantener las playas limpias.
- Si se practica la pesca, recoger todo el material tras llevarla a cabo.
Estas entre otras muchas, son pequeñas medidas que, si entre todos tenemos en cuenta, causará un gran impacto positivo en el medio ambiente, y finalmente en la comida que ingerimos.
Si cuidamos del medioambiente, cuidamos de nuestra salud.
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