¿Cómo se diagnostica el Cáncer de Cérvix ? Ya hemos publicado en otras ocasiones las competencias profesionales del gremio que forman las Matronas, profesionales sanitarios especializados que proporcionan una atención integral a la salud, sexual, reproductiva y maternal de la mujer, en sus facetas preventiva, de promoción y de atención y recuperación de la salud. Es por ello tan importante resaltar su función en el Programa de Diagnóstico Precoz del Cáncer de Cérvix, en el que pueden participar otros profesionales debido a la inexistencia de la cantidad de matronas necesarias en los centros de atención primaria de salud, debiendo en muchas ocasiones realizárselo otro profesional o bien ser derivadas a atención especializada para realizar este importante cribado. A continuación vamos a profundizar en qué consiste el Cáncer de Cérvix y su prevención.
Qué es el Cáncer de Cérvix
El Cáncer de Cérvix o también denominado de cuello uterino o cervical es el cáncer más frecuente en los países no industrializados y ocupa el décimo lugar en los países occidentales desarrollados. Aunque en España este tipo de cáncer tiene una incidencia y mortalidad muy bajas, este tipo de tumoración es uno de los principales problemas de salud en el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo, ocupando el segundo lugar a escala mundial entre los tumores femeninos tras el cáncer de mama.
Presenta un largo proceso de evolución desde lesión epitelial hasta llegar a carcinoma in situ o invasivo, de ahí la importancia de su detección precoz mediante la citología.
El cérvix o cuello uterino o cervical es la porción inferior del útero o matriz de la
mujer, se proyecta dentro de la parte superior de la vagina, es una parte anatómica imprescindible en el proceso del parto, es el encargado de borrarse y dilatarse para permitir el nacimiento del bebé.
El cáncer de cérvix es la alteración de las células de esta parte anatómica femenina, siendo la zona más sensible a lesiones el epitelio de transición del cuello uterino.
Cómo se previene el cáncer de cérvix: la citología
Para prevenir la aparición de este tipo de cáncer se ha iniciado el «Programa de Detección Precoz del Cáncer de Cérvix”, éste se realiza mediante una prueba denominada citología, es la toma de una muestra de las células del cuello uterino mediante raspado, al realizar esta prueba también se puede efectuar el estudio del virus del papiloma humano que se ha demostrado que es un factor necesario en el desarrollo de casi todos los cánceres cervicales.
La citología es una prueba ambulatoria no dolorosa, aunque puede resultar un poco molesta. La mujer se sitúa en una mesa obstétrica en posición ginecológica, el profesional sanitario, prioritariamente la matrona, aunque si no existiera este profesional en el centro de salud lo podría realizar el médico de familia o bien se podría derivar al ginecólogo, introduce un aparato llamado espéculo en la vagina, para poder visualizar el cuello del útero y se procede a la toma de la muestra. Es una técnica muy sencilla que se realiza en pocos minutos. En la actualidad existen dos técnicas a la hora de realizar la citología, aunque los resultados mostrados serán similares.
Citología convencional triple toma
También llamada prueba de Papanicolau o triple toma de Witt: en la que se adquieren células de tres zonas anatómicas diferentes del cuello uterino (vagina, exocérvix y endocérvix) situándolas en un portaobjetos para visualizarlas al microscopio para su valoración.
Citología en medio líquido o prueba de Papanicolau en medio líquido
En este caso la muestra se realiza con un cepillo cervical, mediante raspado se toman todas las células de las distintas zonas anatómicas del cuello uterino en el mismo momento, a continuación se introduce el cepillo en el medio líquido, quedándose las células en este medio para su posterior valoración
Recomendaciones por realizar una citología
Existen varias recomendaciones que se deben tener en cuenta antes de la toma de la muestra, para que ésta se realice de forma óptima:
- Debe abstenerse de mantener relaciones sexuales (coito) en las 48 horas anteriores a la prueba.
- No debe tener la menstruación, realizar la prueba cuatro o cinco días después de finalizar la misma hasta dos o tres días antes del siguiente ciclo, para asegurarse que no existe sangrado menstrual.
- Debe evitar la realización de duchas vaginales o el uso de desodorantes vaginales.
- Debe evitar el uso de tratamientos tópicos entre 5 y 7 días antes de la prueba (cremas vaginales, óvulos, espermicidas…)
Después de la toma de la muestra es posible que tenga un pequeño manchado de sangre. El cuello del útero es una zona sensible que puede sangrar un poco al raspado, es algo normal por lo que no debe preocuparse.
Esta prueba está indicada en todas las mujeres que se hayan iniciado en las relaciones sexuales o bien a partir de los 21 años hasta los 65 años, se recomienda la realización del cribado mediante citología dos años consecutivos, si los resultados obtenidos son negativos, el cribado pasará a realizarse cada 3 años.
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