Etiquetado de los alimentos ¿qué hay de nuevo?

La práctica de entender qué significa el etiquetado alimentario, así como interpretar la información nutricional para elegir unos alimentos u otros, es una tarea que cada vez más personas realizan cada vez que se adentran en los pasillos de un supermercado. Y es que, desde que se decretó el Reglamento 1169/2011 sobre la información facilitada al consumidor, en la cual se promovió la transparencia tanto del etiquetado general de los productos alimenticios, así como el etiquetado nutricional aportando datos muy relevantes para que los consumidores adoptaran hábitos informados en la elección de sus compras.

Si te interesa ampliar sobre dichos cambios en el reglamento, ¡continúa leyendo este artículo!

Entendiendo el etiquetado alimentario

Más de 10 años después, encontramos que ha llovido mucho. Se ha realizado mucha divulgación educativa en la materia,  multitudes de aplicaciones que nacieron para escanear alimentos y conocer su composición alimentaria que además nos indicaban si el producto era “sano” o no, youtubers recorriéndose supermercados conocidos enseñando las luces y las sombras de los productos más consumidos del mercado y mucho contenido sobre productos y demás, hasta el diseño de una señalización por parte del Ministerio de Consumo en los etiquetados alimentarios, el famoso Nutriscore, en el cual tampoco ha habido consenso entre los expertos de su fiabilidad. Y aún después de todo esto, seguimos encontrando dificultad en la población a saber ¿ Qué producto sería más saludable que otro? Ó cómo entender la dichosa tabla de la información nutricional.

¿Dónde está el secreto?

I. La lista de ingredientes

La información importante sobre el etiquetado de los alimentos, la cual nos revela si un producto es aceptable en lo que entendemos por “ alimentos o producto saludable y nutritivo”, siempre estuvo ahí; la lista de ingredientes. La lista de ingredientes nos presenta de forma decreciente, es decir, de mayor a menor, qué contiene exactamente el producto alimentario. El primero, será el de mayor cantidad, y los demás apareciendo en menor cantidad, así hasta el final. Es decir, siempre el contenido será menor que el ingrediente al que precedan.  Además, en el listado deberá aparecer la cantidad exacta ( en porcentaje) de aquellos productos que se usen en el envase como reclamo. Por ello, cuando entre los dos o tres primeros ingredientes no se encuentre el alimento que refiere en el envase, o veas azúcar. ¡Ojo!

Pongamos un ejemplo con dos productos iguales pero diferente lista de ingredientes

Producto A. Caldo de pollo

Lista de ingredientes: Agua, pollo (2%), almidón modificado de maíz, sal, aromas, hortalizas (puerro, zanahoria, patata y apio) (0,1%), aceite de oliva, especias. Como hemos observado, el contenido mayoritario es el agua, posteriormente nos aparece el pollo. Tal como hemos dicho, nos deben indicar el % de aquellos productos que se usen en el nombre del envase, como es el caso del pollo, y nos indica que 2% del producto, ¿ Esto que quiere decir? Que del contenido del producto, que no ha sido Agua, un 2% es pollo. Como no sabemos si Agua corresponde al 70% o al 98% del producto, esto nos indica que en su casi totalidad seguramente el producto será Agua. Lo posterior al pollo, deberá ser en menor cantidad siempre que ese 2%. Por lo que todo lo que venga a continuación, será un contenido residual y poco relevante.

Producto B. Caldo de pollo

Lista de ingredientes: Agua, pollo fresco 14%, apio 0,5%, patata 0,4%, cebolla 0,2%, zanahoria 0,2%, puerro 0,2%, grasa de cerdo, aroma natural (contiene huevo), aroma natural de zanahoria (contiene apio), sal y especias. Como podemos observar, se aprecia una pequeña diferencia con el anterior. Volvemos a tener agua como primer ingrediente, y pollo “fresco” 14%. Podemos observar que aunque no sepamos que cantidad de agua tengamos, la cantidad de pollo es mayor que en el producto anterior. Y además, nos especifica de cada hortaliza la cantidad que aporta. En el caso anterior, todas juntas aglutinaban un 0,1%. Por lo tanto, entre estas dos opciones, a nivel de ingredientes, escogeríamos la B. La lista de ingredientes nos da mucha información relevante sobre aquellos alimentos que consumimos, puesto que en la mayoría de ocasiones no es tan interesante saber la cantidad de calorías o nutrientes que nos aporta un producto, si no, ¿ De dónde vienen esas calorías, de qué ingrediente? No es lo mismo una cantidad de grasas aportadas por aceite de oliva, que de aceite de girasol refinado, la calidad nutricional es lo que cuenta. Si te está resultando interesante este artículo, y deseas aprender más sobre cómo entender el etiquetado alimentario de los alimentos, descubre nuestro Master de Formación Permanente en Nutrición Humana y Dietética.

¿Entonces, qué hacemos con la tabla nutricional?

La tabla nutricional nos muestra la cantidad de kilocalorías, macronutrientes y micronutrientes, aquellos que deben ser de aparición obligatoria en el etiquetado alimentario de los alimentos. Sobre todo nos ayuda a identificar productos con un alto contenido en azúcares, grasas saturadas y sal, entre otros, los cuáles es común encontrarlos en niveles superiores a los recomendados. Próximamente explicaremos qué información nos muestra y cómo interpretar la información que nos aporta. Ambos apartados son importantes sobre cómo entender el etiquetado alimentario de un producto, de esta forma, con la información adecuada, elegir productos nutritivos y saludables.