Los traumatismos dentoalveolares ocurren con frecuencia en la infancia y la adolescencia. Son lesiones producidas en dientes, huesos y demás tejidos de sostén, por un impacto físico agresivo. Teniendo en cuenta lo anterior es fundamental saber cómo actuar ante un traumatismo dental en niños. La conservación de los tejidos dentarios constituye el objetivo primordial en cada caso.
En el siguiente artículo analizaremos con detalle los factores que hay que tener en cuenta para actuar correctamente ante un traumatismo dental en niños.
Tipos de traumatismos dentales
Según la clasificación de la OMS modificada por Andreasen los traumatismos dentales se agrupan en función de la afectación de los tejidos dentarios y la de los periodontales:
- Lesiones de los tejidos duros dentales y la pulpa:
- Fracturas no complicadas
- Infracción del esmalte de la corona: fisura del esmalte sin pérdida de sustancia dentaria.
- Fractura coronal: afecta al esmalte o a la dentina, pero no a la pulpa.
- Fracturas complicadas:
- Fractura coronal de esmalte-dentina-pulpa
- Fractura radicular: afecta al cemento, la dentina y la pulpa.
- Fractura alveolar.
- Lesiones de los tejidos periodontales:
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- Concusión: lesión de las estructuras de soporte, sin movilidad ni desplazamiento del diente, aunque puede haber sensibilidad a la percusión.
- Luxación: desplazamiento horizontal, vertical, interno o externo de la posición natural de la pieza dental.
- Avulsión: se produce la salida del diente fuera del alvéolo.
Factores predisponentes orales al traumatismo dental en niños
Los dientes afectados con más frecuencia son los incisivos centrales superiores, seguidos de los incisivos laterales superiores y los incisivos centrales inferiores.
En función de la edad, las causas de los traumatismos dentales suelen variar. En los niños menores de 3 años se suelen producir por caídas en el hogar, puesto que están aprendiendo a andar. Entre los 7 y los 12 años las caídas suelen estar relacionadas con los juegos y la práctica de deportes. A partir de los 13 años los traumatismos suelen estar relacionados con la práctica de deportes como el balonmano, el baloncesto, el tenis y otros deportes de raqueta.
Aunque por lo general la etiología de estos traumatismos es multifactorial, entre los factores predisponentes orales destacan los siguientes:
- Maloclusión dental.
- Protrusión dental superior (resalte >3 mm).
- Labio superior corto.
- Incompetencia labial.
- Tratamiento con aparatología de ortodoncia.
- Patologías dentarias previas.
- Patologías sistémicas.
Primeros auxilios ante un traumatismo dental en niños
A pesar de la gran frecuencia con la que ocurren estos accidentes (especialmente en niños y adolescentes), constituyen una experiencia alarmante en numerosos casos. El abundante sangrado que se produce como consecuencia de estos sucesos (en ocasiones se producen cortes en la legua, las encías y otras zonas), dificulta en gran medida realizar una valoración inicial de la gravedad del suceso. Por este motivo es fundamental mantener la calma y actuar correctamente para reducir las posibles consecuencias.
Todos los traumatismos dentoalveolares deben considerarse como una urgencia en primera instancia. Es de vital importancia acudir lo antes posible a una consulta odontológica para que el profesional pueda valorar el caso.
Tras el traumatismo lo más recomendable es limpiar la zona con suero fisiológico o agua y tratar de identificar la pieza o piezas dentales afectadas. Las actuaciones que se deberán llevar cabo ante un traumatismo dental en niños serán diferentes en función de si se ven afectadas piezas temporales o definitivas.
Los traumatismos fuertes pueden ocasionar la pérdida de una pieza dental completa. Si se trata de una pieza temporal no deberá reimplantarse, ya que existe un gran riesgo de dañar el germen dentario de la pieza definitiva que se aloja dentro del hueso alveolar.
Por el contrario, si se produce la pérdida de una pieza dental permanente, será prioritario reimplantarlo antes de que hayan transcurrido 2 horas tras el suceso. Las tres primeras horas son claves para lograr una evolución favorable.
Tras la pérdida de un diente permanente la actuación más acertada sería buscar la pieza, cogerla con cuidado por la corona (evitando tocar la raíz), limpiarla, colocarla de nuevo en su posición de forma atraumática y acudir de inmediato a una consulta dental.
En caso de que no fuera posible reimplantarlo en el momento, se deberá conservar el diente en un vaso con leche, suero fisiológico o agua y acudir de inmediato a una consulta odontológica para que el profesional pueda reimplantar la pieza a la mayor brevedad posible. El especialista valorará el caso e indicará las pautas a seguir.
¿Cómo prevenir un traumatismo dental en niños?
Este tipo de traumatismos son difíciles de evitar, pero conocer sus causas y los factores predisponentes contribuyen en gran medida a reducir las complicaciones y evitar en lo posible que se produzcan.
Una vez que los niños comienzan a caminar están expuestos a sufrir múltiples caídas que pueden afectar al rostro y los dientes. Por este motivo los pavimentos acolchados en los parques infantiles y los pavimentos antideslizantes en los baños y duchas contribuyen a disminuir la incidencia de los traumatismos.
En la adolescencia gran parte de estos accidentes se producen al practicar deportes, por lo que el uso de protectores bucales en aquellos en los que pueda existir contacto resulta de gran utilidad para reducir la frecuencia de lesiones bucales.
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Comentarios
Me encanto la forma sencilla y clara de explicar como reimplantar un diente permanente,fue de mucha ayuda,sobre todo en el hogar ,porque muestra como resguardar idoneamente una pieza dental q pudiera ser reimplantada,,y de manera profesional muestra los primeros auxilios q se pueden utilizar para tratar cada caso en particular