La educación nutricional se ha utilizado durante mucho tiempo para cambiar el comportamiento, así como para prevenir la aparición de enfermedades no transmisibles. Sin embargo, la incidencia de algunas enfermedades crónicas está aumentando. Esto ha llevado al desarrollo de nuevas técnicas como el coaching, donde tú mismo juegas un papel activo en los pasos del proceso de coaching para el cambio.
¿Qué es el coaching nutricional?
Los pasos del proceso de coaching nutricional tienen las mismas características que el de coaching personal y profesional, pero el foco está en la salud y los hábitos alimentarios. A través de los pasos del proceso de coaching nutricional, como coachee deberás:
- Identificar las necesidades básicas de tu cuerpo y saber cómo satisfacerlas de forma saludable.
- Ser consciente de tus propios patrones de alimentación y explorar las conexiones nutricionales que están firmemente establecidas con otros aspectos de tu vida.
- A partir del presente, desde el aquí y el ahora, empezar a trazar un camino para que tengas una alimentación sana y una relación equilibrada con la comida.
Fases y Pasos del Proceso de Coaching: Modelo GROW
A continuación explicamos las fases y pasos del proceso de coaching:
1. Objetivo: ¿Qué queremos conseguir?
En esta etapa, las preguntas están destinadas a enfocar y elegir objetivos en función de tus necesidades.
Los TCA (trastornos de la conducta alimentaria) a menudo se asocian con problemas de salud y, para priorizar, se usa una rueda de la salud para que puedas evaluar tu nivel de satisfacción con respecto a los diversos aspectos que afectan tu salud y compararlos con los que te gustaría conseguir (tales como ocio, dieta, ejercicio físico, sueño, drogas como tabaco, alcohol y otros).
Posteriormente se te consulta por dónde quieres empezar, lo ideal es comenzar por algo que sea fácil de conseguir y que te anime a seguir adelante.
¿Cómo debes establecer un buen objetivo?
- En presente, positivo y debe ser medible y concreto. Por ejemplo, "Quiero estar sano" o "Quiero estar flaco" no sería una buena meta específica. ¿Qué significa para ti el estar flaco y sano? Estar saludable es una meta específica que incluye varios objetivos como: peso “x” kg, dormir 7 horas al día, andar 45 minutos 5 días semanales… Todo ello es medible y puedes verificar su éxito de manera concreta.
- Realista y motivador: debe ser manejable para ti, es decir, apropiado para tus habilidades, capacidades, finanzas, tiempo y estilo de vida, pero que no te impida soñar. No obstante, si no te desafía, no estarás motivado para hacerlo.
- Ecológico: debe respetar tu equilibrio interno y red de relaciones (familia, amigos, profesión...). Para ello, debe alinearse con tus valores, con lo que es importante para ti, teniendo en cuenta tus fortalezas, debilidades y entorno.
- Temporalizado y registrado: Si escribes los objetivos, de forma visual te ayudará a reforzar tu nivel de compromiso. Debes desarrollar un plan de acción paso a paso con objetivos secundarios, además del tiempo y los recursos necesarios para lograrlos.
2. Realidad: ¿Dónde estás ahora? ¿Qué ocurre?
Durante este período, se examina tu estado actual para conocer la realidad desde la que empiezas. Es fundamental para decidir hacia dónde quieres ir.
A través de esta investigación tratamos de ampliar el panorama de lo que está pasando y profundizamos sobre la situación actual y la deseada.
Hay que tener en cuenta la emoción que experimentas para comprender mejor lo que te sucede, porque la interpretación de tu realidad parte de un estado emocional que te condiciona en la forma de actuar.
Cuando comienzas con un cambio en tus hábitos alimentarios, empiezas a llevar un “Diario de Alimentación Emocional” donde anotas no solo lo que tomas sino cómo, dónde y cuándo lo tomas, para que así seas consciente de cuándo comes por hambre y cuándo por apetito.
Si realizas un diario durante varias semanas te permitirá explorar tus hábitos alimentarios, así como las emociones y comportamientos automáticos que llevas con respecto a la comida.
La clave es que seas consciente de las asociaciones inconscientes que has hecho con la comida, por ejemplo: comida-recompensa, comida-placer o comida-seguridad, porque son estas asociaciones las que te han impulsado a comer de una determinada forma. Comes para no sentirte solo, cuando no te sientes seguro, cuando celebras buenas noticias o para aliviar una decepción.
Que establezcas intenciones positivas también es importante. Las intenciones positivas pueden implicar cuestiones diferentes, como la necesidad de protegerte, el deseo de reconocimiento, tratar de aferrarte a las cosas buenas del pasado...
Cuando te das cuenta de tu patrón, puedes comenzar a cambiar tus comportamientos y las creencias que los sustentan.
3. Opciones: ¿Cómo lo vas a hacer?
Esta etapa no tiene como propósito encontrar la solución adecuada, sino crear una lista de tantas opciones como sea posible para lograr el objetivo. En este punto de vista, lo mejor es dejar volar la imaginación para dejar fluir la creatividad.
Aquí es donde a menudo entran los saboteadores internos (no tienes tiempo, no tienes suficiente dinero...) y limitan las creencias sobre tus habilidades (no puedes), tu dignidad (no eres digno) o tu identidad (no eres lo suficiente).
El obstáculo más grande para obtener lo que queremos es nuestra creencia limitadora programada subconscientemente. Estas limitaciones, además de afectar nuestra conducta alimentaria, juegan un papel importante en nuestra salud y funcionamiento.
El pensamiento creativo puedes estimularlo haciendo preguntas como:
- Si tuvieras suficiente dinero, ¿Qué harías?
- Si tuvieras suficiente tiempo, ¿Qué harías?
- ¿Sabes de alguien que lo consiguiera? ¿Cómo lo hizo?
- ¿Qué le dirías a un amigo en esta situación?
4.¿Qué y cuándo vas a empezar a hacerlo?
“Las personas somos lo que hacemos, no lo que pensamos ni sentimos”
Esta etapa tiene como propósito que te comprometas con un plan de acción porque el plan de acción es hacer realidad un sueño.
Este plan debe describir tanto los pasos a seguir como la fecha de finalización, e incluir los recursos y el apoyo que te pueden ser necesarios.
Las actividades o acciones deben ser realistas, específicas, planteadas positivamente y dependientes de ti mismo, no dependientes de terceros ni del azar.
Además, este plan también debe tener en cuenta tu entorno familiar y de relaciones, así como cualquier obstáculo que pueda encontrar.
Conclusiones
El coaching nutricional es un proceso en el que el coach y tú jugáis un papel fundamental para que puedas lograr y mantener un estilo de vida saludable a lo largo de tu vida. Para conseguir esta meta específica, es importante que el coach te diseñe un plan de acción para educarte, motivarte y capacitarte.
La evidencia científica publicada hasta la fecha indica que el coaching nutricional es una técnica efectiva que puede lograr resultados muy positivos para tu salud a través de la modificación de tu dieta y estilo de vida.
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