Son numerosos los beneficios de la lactancia materna. Sin embargo, este tema al igual que algunos aspectos del embarazo, a menudo es motivo de controversia. Según la Organización Mundial de la Salud, para que el crecimiento, el desarrollo y la salud sean óptimos, hay que alimentar a los lactantes exclusivamente con leche materna durante los seis primeros meses de vida.
Existen distintos mitos y creencias populares al respecto que en ocasiones dificultan este proceso, creando múltiples dudas e inquietudes en las madres lactantes. En el siguiente post analizaremos 5 de los mitos más populares en relación a la lactancia materna.
Mito 1. Un pecho pequeño producirá poca leche.
Falso. El tamaño de los senos no influye en absoluto en lactancia materna. Este tamaño es diferente en cada mujer y varía en función de la proporción de tejido graso de los mismos.
Es cierto que el tamaño de los senos va aumentando progresivamente durante el embarazo para producir leche y poder alimentar al bebé. No obstante, la cantidad de leche que se produce no depende del tamaño del pecho, sino de las células productoras y los conductos de leche, que son los mismos en todas las mujeres. Por tanto, independientemente del tamaño de los senos de la madre, el bebé podrá obtener los distintos beneficios de la lactancia materna.
Mito 2. No todas las mujeres producen leche suficiente para alimentar correctamente a su bebé.
Falso. Por lo general, la cantidad de leche que recibe un niño dependerá, de sus propias necesidades.
Este es uno de los motivos más habituales por los que las mujeres suspenden la lactancia materna o introducen alimentos complementarios en la alimentación del bebé de forma precoz.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que en condiciones normales, la madre producirá la cantidad de leche que demande su bebé. Por lo tanto, si el bebé mama de forma continuada y succiona de forma eficaz, se producirá mayor cantidad de leche que si lo hace poco o lo hace de manera ineficaz. En este último caso, la producción de leche se reducirá notablemente.
Mito 3. Ingerir determinados alimentos aumenta la producción de leche materna.
Falso. Por el momento no existe evidencia científica que avale el hecho de que la ingesta de un alimento en sí o alguna combinación de alimentos ayude a producir más leche.
No existe una dieta específica para aquellas mujeres que se encuentren en un período de lactancia materna. Al igual que en cualquier otra etapa de la vida, la alimentación debe ser equilibrada y variada, combinando distintos grupos de alimentos y evitando los excesos.
Mito 4. Se debe dejar de amamantar cuando el niño comience a caminar.
Falso. No existe una edad determinada en la que se deba dejar de amamantar a los niños. Como se ha mencionado al principio del post, la OMS y otros organismos sanitarios como la Asociación Española de Pediatría, recomiendan que los bebés se alimenten exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida, y que sigan consumiendo la leche de su madre junto con otros alimentos, denominados alimentos complementarios, hasta que alcancen, como mínimo, los dos años de edad.
La transición desde la lactancia materna exclusiva hasta la alimentación familiar es un periodo delicado. Por ello, a fin de evitar problemas es fundamental que los niños reciban alimentos que les proporcionen suficiente energía, proteínas y micronutrientes para su crecimiento.
Mito 5. Para que una mujer produzca mayor cantidad de leche es necesario que ingiera líquidos en abundancia.
Falso. La producción de leche está relacionada con una succión eficaz por parte del bebé y un correcto vaciamiento del pecho. Por tanto, un elevado consumo de agua o cualquier otro líquido no está relacionado con un aumento de la producción de leche materna.
Actualmente no hay suficiente evidencia científica que justifique una ingesta de líquidos más allá de lo que necesiten las mujeres lactantes para cubrir sus necesidades fisiológicas.
Teniendo esto en cuenta, de manera general tanto en la lactancia como en otra cualquier etapa vital la mujer debe ingerir líquidos en función de la sed que tenga en cada momento.
Son múltiples los beneficios de la lactancia materna. La leche materna es mucho más que un alimento. También actúa como calmante natural y es una fuente de consuelo para los niños. Además, favorece el sistema inmunitario del bebé al aportándole sustancias que lo protegen de numerosas enfermedades e infecciones, incluso tiempo después de finalizar la lactancia.
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Comentarios
Buenos tips para aconsejar a familiares y amigas. Saludo
El articulo, Cinco mitos y verdades sobre la lactancia materna, muy interesante, un saludo