La anemia es una patología caracterizada por la disminución de la cantidad de glóbulos rojos o eritrocitos en sangre. Los glóbulos rojos son las células encargadas de llevar el oxígeno a los distintos órganos y tejidos del cuerpo humano. En el caso de que exista poca cantidad de estas células, el oxígeno que llega a los órganos y tejidos es insuficiente, pudiendo producir daños severos.
Pero ¿cómo podemos saber si tenemos anemia? El cansancio, la piel pálida, los mareos, la debilidad muscular son algunos de los síntomas que nos pueden alertar de que algo no va bien. No obstante, la mayor parte de estas son reversibles con una adecuada alimentación o tratamiento. Lo importante es identificar la causa de la misma y así poder actuar desde la raíz.
Por esto, vamos a mostrar las diferentes causas y las posibles soluciones para evitar esta dolencia y conseguir un óptimo estado de salud. En primer lugar, hay que tener en cuenta que no todas se dan por falta de hierro. Es un mito común que vamos a desmontar a continuación.
Tipos de anemia y sus causas.
Existen distintos tipos, que se clasifican en función de la causa por la cual disminuye el nivel de eritrocitos:
- Ferropénica: es el tipo más común y se produce como consecuencia de la carencia de hierro en el organismo.
- Por déficit de vitamina B12: esta vitamina desempeña un papel importante en la producción de glóbulos rojos.
- Talasemia: puede ser hereditaria. Se debe a la existencia de un defecto en los genes que controlan la producción de los componentes de la hemoglobina, las globinas alfa y beta.
- Perniciosa: la causa es que el estómago no genera suficiente cantidad de la proteína que favorece la absorción de la vitamina B12.
- Megaloblástica: En el caso de que exista una cantidad insuficiente de ácido fólico en el organismo los glóbulos rojos aumentan su tamaño de forma anormal.
- Causada por enfermedades crónicas: algunas enfermedades inflamatorias como los trastornos del sistema inmunitario o infecciones pueden alterar la producción de glóbulos rojos.
- Drepanocítica: es hereditaria. Se trata de la alteración de la hemoglobina al cambiar la forma de los glóbulos rojos.
- Hemolítica: normalmente, los glóbulos rojos duran unos 120 días en el cuerpo. En este tipo de alteración, el sisma inmunitario destruye los glóbulos rojos antes de ese periodo.
- Aplásica idiopática: se desconoce la causa. Sólo se sabe es que se dañan las células madres que producen las células sanguíneas en la médula ósea.
- Debida a medicamentos: la acción de algunos medicamentos puede producir falta de eritrocitos. Como los quimioterápicos del cáncer o los antiácidos que hacen que no se pueda absorber correctamente la vitamina B12.
Además, se puede producir por otras causas, como son una alimentación insuficiente, hemorragias, embarazo, etc.
La alimentación. Uno de los principales causantes de la anemia.
Tras conocer los tipos de anemia y sus causas, vamos a profundizar un poco más en aquellas que se dan con frecuencia en la población.
En primer lugar, hay que comentar que la alimentación influye notablemente. Las personas necesitamos unos 8-18 mg al día de hierro, el cual se obtiene de forma natural a través de los alimentos. Para asegurar que se cumple este aporte, únicamente hay que considerar consumir alimentos de todos los grupos nutricionales. En este sentido, las dietas milagro, estrictas o desequilibradas son el principal peligro.
Debéis saber, además, que el hierro que se obtiene de los alimentos de origen animal (carne, pescado y marisco) se asimila mejor porque es “hemo” (como el nuestro). Por el contrario, el hierro que aportan los vegetales es “no hemo” y, por tanto, su asimilación es más costosa.
Ser “no hemo” significa que se tiene que transformar para poder formar glóbulos rojos. Un truco para poder asimilar mejor este hierro de origen vegetal es acompañar las lentejas, vegetales y legumbres con alimentos ricos en vitamina C (cítricos, kiwis). De esta forma se favorece la transformación de “no hemo” a “hemo”. Por este motivo, siempre se ha recomendado tomar los suplementos de hierro con zumo de naranja.
Pero, ¿qué hay de los alimentos que impiden la absorción de hierro? Algunas sustancias como las xantinas, calcio, taninos, fitatos y oxalatos actúan “secuestrando” el hierro debido a que formar estructuras químicas con este. Se debe controlar, por tanto, en casos de anemia, el consumo de café, té, cacao, alimentos muy ricos en fibra, espinacas, remolacha, acelgas y lácteos.
Si crees que puedes sufrir anemia, acude a tu médico para que te indique un tratamiento. Nunca tomes suplementos de hierro sin prescripción, ya que un exceso también puede ser perjudicial.
Otras causas frecuentes de déficit de glóbulos rojos.
La hemorragia se define como la salida de sangre de las venas, arterias o capilares por los que circula. Esta puede ser externa (sangrado nasal, menstruación, herida externa) o interna (no vemos la sangre).
Resulta lógico pensar que esta pérdida de sangre se traduzca en una pérdida de glóbulos rojos y por consiguiente puede ocasionar anemia. Pero no cualquier sangrado produce esta falta de hierro. Para que ocurra deben darse varios factores.
Respecto a la menstruación, esta puede dar lugar a anemia si es abundante y dura más de 3, 4 días. Las hemorroides también pueden favorecer pérdida extra de sangre a largo plazo.
Pero también puede deberse a problemas internos. Las alteraciones intestinales pueden conllevar un déficit de este mineral. Esto ese debido a que, si el alimento no pasa suficiente tiempo en la zona de intestino, no da tiempo a extraer el hierro de forma completa. Esto puede ocurrir en los episodios de gastroenteritis, celiaquía, intolerancias alimentarias, colon irritable, etc. A nivel de estómago, las úlceras pueden provocar hemorragias, las cuales podemos detectar en ocasiones por el color oscuro de las heces o vómito.
¿Me puede sangrar la nariz por anemia?
No, la anemia y el sangrado de nariz no guardan relación. Si bien una hemorragia abundante y continuada desembocaría en una anemia, en la epistaxis (sangrado nasal) no se expulsa una cantidad de sangre tan significativa como para poder causar anemia.
El sangrado nasal puede relacionarse con una gran variedad de factores, entre los que se incluyen:
- Sequedad nasal.
- Traumatismos en la nariz.
- Infecciones respiratorias
- Exposición a alérgenos.
- Cambios hormonales durante la pubertad o el embarazo.
- El uso de medicamentos anticoagulantes, antiinflamatorios o antihistamínicos.
En cualquier caso, una persona con anemia puede experimentar sangrado nasal sin que ninguno de ambos sucesos tengan una relación de causalidad entre sí.
Síntomas de la falta de hierro
Tras conocer las principales causas, queda comentar cuáles son las señales de alarma que podemos notar. En ocasiones pueden pasar desapercibidas, ya que se confunden con agotamiento por el estrés diario o deporte, astenia estacional, etc. Estos síntomas son:
- Piel y mucosas pálidas.
- Palpitaciones.
- Mareos.
- Debilidad.
- Sequedad de la piel.
- Dolores de cabeza.
- Fatiga.
- Dificultad para respirar.
Ya que son síntomas que comparten varias patologías, lo fundamental es que recuerdes si ha sufrido alguna hemorragia, deficiencia nutritiva u otra situación antes comentada. Y si además, tienes estos síntomas, lo más probable es que sufras anemia. Debes acudir a su médico y nunca automedicarte.
Como ves, controlar tus niveles de hierro puede ser sencillo conociendo el papel de la alimentación y las posibles causas. La información y la prudencia son los mejores aliados en el cuidado de la salud. Los cuidados de hoy se traducen en un estilo de vida saludable del futuro.
Referencias bibliográficas
- Anemia. Síntomas, causas y tratamiento. Autor: Juan Antonio García-Sánchez. Editorial: Elsevier, 2022.
- Anemias. Diagnóstico y tratamiento. Autor: Manuel Martínez-Alonso. Editorial: Elsevier, 2022.
- Anemia: una revisión. Autor: M.D. González-Cortés, et al. Revista Española de Cardiología, 2023.
- Anemias nutricionales: diagnóstico y tratamiento. Autor: M.D. Rodríguez-Collado, et al. Revista Española de Medicina Interna, 2023.
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Comentarios
Mi hijo de 9 años muy seguido se me pone palido y vomita después del vómito regresa a la normalidad se le quita lo pálido y últimamente le sangra su nariz