Una
alimentación saludable balanceada es fundamental para gozar de una óptima salud y es uno de los principios básicos para prevenir afecciones graves como las enfermedades cardiovasculares, caracterizadas por elevados índices de prevalencia en nuestras sociedades y asociadas a altas tasas de mortalidad y morbilidad. Comer de manera adecuada incide de manera positiva sobre nuestra manera de trabajar, ya que se asocia a menores cuadros de estrés, eleva nuestras defensas al potenciar nuestro sistema inmune protegiéndonos de enfermedades infecciosas como la gripe o el resfriado común, mejora nuestro rendimiento y nos dota de la energía suficiente para llevar a cabo todas y cada una de nuestras actividades en el ámbito laboral.
En nuestros días, asistimos a un fenómeno cada vez más frecuente fruto de la propia coyuntura laboral: la mayor parte de los trabajadores comen fuera de casa, bien en cafeterías colindantes a los lugares de trabajo y en los comedores de la propia empresa o bien a partir de la comida elaborada en sus casas y traídas al efecto en contenedores destinados para ello. Esta situación hace más que necesaria que los trabajadores conozcan de manera adecuada toda la información relevante en materia de alimentación para que los malos hábitos en este ámbito no condicionen de manera negativa a su salud: elección cuidadosa de los alimentos, conocimiento de los componentes de los mismos y cantidades necesarias, informaciones sobre sus beneficios para la salud…etc.
Porqué la alimentación saludable es conveniente tanto para los empleados como para los empleadores
Promocionar una buena alimentación en el trabajo supone por tanto beneficios para las dos partes implicadas en una empresa: los empleados y los empleadores, consiguiendo en el primer caso una mejora de su salud general y un aumento de rendimiento y, en el segundo, trabajadores más productivos y con menos tasas de absentismo laboral, además de un ahorro a largo plazo, ya que las enfermedades de cariz crónico como la obesidad, diabetes, hipertensión o cáncer, suponen elevadas bajas laborales e importantes costes sanitarios.
¿Qué estrategias podemos llevar a cabo para promocionar la alimentación saludable para los empleados?
Los principales hábitos nocivos observados en los trabajadores en cuanto a la alimentación, se encuentran principalmente en el tipo y cantidad de comidas que hacen al día, predominando
desayunos escasos y poco energéticos, en contraposición a las
comidas del medio día, que suelen ser
excesivamente calóricas, con
exceso de consumo de bebidas azucaradas y gaseosas y con poco tiempo en general para efectuarlas, lo que redunda en celeridad al ingerir los alimentos que termina produciendo mayor letargo y somnolencia, asociándose a una disminución del rendimiento físico y mental.
Desde una perspectiva de educación para la salud desde el seno de la propia empresa, son muchas las acciones que se pueden implementar para lograr cambios en los patrones alimentarios de los empleados que acabarán traduciéndose en beneficios personales y organizacionales, “empleados saludables, empresas eficaces”
Promover desayunos equilibrados
Promover desayunos equilibrados en el trabajo el el primer paso de la alimentación saludable. Es una manera de garantizar el rendimiento y la productividad, proporcionando la energía necesaria para llevar a cabo las actividades diarias. Una alternativa a nivel empresarial para conseguir este objetivo es la de ofrecer en la cafetería comida saludable en forma de los distintos grupos de alimentos que son la base de la dieta balanceada. Todo desayuno ha de estar compuesto principalmente por una pieza de
fruta o zumo, un
lácteo representado por leche o yogur, y
cereales en forma de galletas, tostadas, cereales…etc.
Facilitar el consumo de agua
Mantener una correcta hidratación es fundamental para la alimentación saludable, por eso dotar a cada oficina con un dispensador automático de agua garantizará que se cubran al menos un 50% de las recomendaciones.
Proporcionar opciones de almuerzos saludables en las cafeterías y comedores de la empresa es otra de las estrategias eficaces para prevenir la temida obesidad, tan de moda en las sociedades occidentales.
Evitar las comidas con abundantes grasas
También incorporar raciones de frutas y verduras, reducir el porcentaje de sal y ofrecer agua como bebida de acompañamiento, son algunas de las sencillas opciones que disminuirán drásticamente los malos hábitos en cuanto a alimentación y que garantizarán que la comida, pese a ser fuera de casa, sea lo más sana posible. Una atractiva alternativa para involucrar a los trabajadores en el concepto de cocina sana, podría ser hacer un concurso de fotografías con las recetas que los mismos preparan desde casa.
Incluir máquinas expendedoras con opciones saludables
Máquinas donde primen las ofertas de agua, infusiones, piezas de fruta, sándwiches naturales y que lleven como publicidad asociada mensajes de hábitos de vida adecuados. También resulta sencillo colocar en las salas de reuniones o en las oficinas cestas con frutas a disposición de todos los empleados. Sería un paso fácil para conseguir la alimentación saludable de los empleados
Respetar los horarios de comida de los trabajadores
Supone una mejora de su salud, de su energía y de su productividad laboral.
Como vemos estrategias todas ellas, sencillas y realistas, que una vez implementadas revertirán en múltiples beneficios que mejorarán el rendimiento y la productividad.
Categorizado en:
Biosanitario
Comentarios
La nutrición, base de toda la vida. La verdad es que deberíamos de dar mas importancia de la que damos. Deberíamos disfrutar más de la dieta mediterránea. Un saludo. PD: También propongo poner un frutero con uvas, plátano, tomate a rodajas, pepino a rodajas y palillos de dientes para que en los descansos entre hablar y reir, picar algo. 😉