El mundo de la nutrición es cambiante y está regido por las últimas novedades e investigaciones científicas publicadas. Con ello, el sector de la alimentación no ha parado de evolucionar hacia modelos más saludables y sostenibles a lo largo de los años, teniendo en cuenta la salud de la población y el impacto medioambiental.
Sin ir más lejos, el 2020 y 2021 nos enseñaron la importancia de atender las necesidades de nuestro sistema inmunológico, llevando a cabo una alimentación mucho más consciente.
En este sentido, incluso algunas profesiones han resurgido con fuerza como el coach nutricional, debido a la demanda que la población hace de este tipo de servicios.
Por todo ello hay corrientes dietéticas que han cogido fuerza estos últimos años y llegan al 2022 como auténticas tendencias nutricionales las cuales llegan para quedarse.
¿Cuáles son las más relevantes?
1. Real Food
Esta tendencia no es nueva pero es una de las más extendidas a lo largo de los últimos años. Podemos afirmar que en 2021 terminó por establecerse y en 2022 entra con más fuerza que nunca.
El movimiento Realfooding promueve la alimentación sencilla, con “alimentos reales”, es decir, dejando a un lado la comida ultraprocesada. Está demostrado científicamente que los productos ultraprocesados impactan directamente en las tasas de obesidad, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Con la comida real podemos ayudar a prevenir dichas patologías, ya que tiene efectos protectores.
Son alimentos reales las verduras y hortalizas, la fruta, los frutos secos naturales y semillas, los tubérculos y raíces, las legumbres, los pescados y mariscos, los huevos y las carnes.
Dentro de esta tendencia nutricional, también se debe aprender a diferenciar los “buenos” procesados de los que no lo son. Los buenos procesados son aquellos que han tenido una mínima modificación para aumentar su vida útil o mejorar sabor, sin afectar a su calidad nutricional de origen. Entre los buenos procesados se encuentran los quesos, lácteos de calidad, los cereales integrales, legumbres envasadas, conservas de pescado al natural, los aceites vírgenes, el café, el cacao, las infusiones sin azúcares añadidos, las hierbas, las especias, etc.
Siendo por el contrario un ultraprocesado aquel que ha pasado por procesos industriales muy complejos y presentan una larga lista de ingredientes.
No hay ninguna duda de que con este modo de alimentarnos continuaremos dándole a nuestro sistema inmunológico los nutrientes que necesita para funcionar de manera óptima.
2. Productos con Storytelling
Otra tendencia cada vez más extendida es el Storytelling de los productos, la cual potencia la información sobre el origen de estos.
Gracias a obtener información en relación con los productos que consumimos, por ejemplo, la procedencia o los procesos a los que han sido sometidos, podremos elegir aquellos que resuenen más con nuestras convicciones o ideas. Además, al ofrecernos información de la empresa y de sus trabajadores percibimos la marca desde un punto más humano, como un equipo humano más que como una marca en sí, ya que logran crear una simpatía y empatía en el consumidor.
Esta tendencia la podemos encontrar en muchas marcas actualmente, las cuales han tomado conciencia de las ventajas que ofrece. Por ejemplo, encontramos anuncios donde los propios trabajadores son los protagonistas, productos que informan sobre sus orígenes e incluso códigos QR en los envases para poder escanearlos con nuestros dispositivos móviles y acceder a la web donde se cuenta la historia de dicho producto.
Es por ello que las marcas ahora está pasando de dirigirse a los clientes adaptándose a sus preferencias de consumo a dirigirse a ellos reflejando sus valores y creencias.
3. Grasas saludables
La afirmación “la grasa es mala” es un mito que se ha extendido desde hace años. El error principal es meter a todas las grasas en el mismo saco sin tener en cuenta las diferencias entre ellas. Afortunadamente, hoy día esta creencia cada vez está más desmontada y podemos afirmar, que en este año 2022, seguirá divulgándose.
Consumir grasa de calidad no solo es saludable, sino que es necesario. Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas son las que más beneficios nos aportan. Buenas fuentes de grasas saludables son: aceite de oliva virgen extra, frutos secos naturales, semillas, pescados, aguacate, etc.
Es una gran noticia que la importancia de las grasas saludables esté siendo una tendencia nutricional, ya que refleja que el mito comentado anteriormente se está desterrando.
4. Postbióticos
En los últimos años se ha comprobado que la microbiota es clave para la salud de las personas. Como un desequilibrio en la microbiota intestinal puede conducir al desarrollo de varias enfermedades, el uso de prebióticos, probióticos y postbióticos para mejorarla ha atraído a lo largo de los años un gran interés.
Los postbióticos, muy novedosos en el área, vienen pisando fuerte este 2022. Incluyen cualquier sustancia liberada o producida a través de la actividad metabólica del microorganismo. Es decir, componentes producidos por la bacteria como enzimas, polisacáridos, proteínas, ácidos orgánicos o lípidos. Estos ejercen un efecto beneficioso sobre el huésped, directa o indirectamente.
Iremos viendo cada vez más estudios e investigaciones, con lo que van a ir cobrando fuerza estos nuevos aliados de nuestra salud intestinal.
5. Comer consciente
El comer consciente, también conocido como Mindful Eating cada vez está teniendo más importancia, siendo una práctica que se presenta como una apuesta fuerte para este 2022.
El origen proviene del Mindfulness aplicado a la alimentación para lograr tomar consciencia y prestar atención en el momento de comer.
Desde luego, la alimentación consciente busca mejorar la forma en que nos relacionamos con la comida, poniendo gran énfasis en la esfera mental y emocional. Además, esta práctica nos enseña a respetar las señales internas (hambre-saciedad), volviendo más consciente y menos automático el comer actual.
6. Alimentos sustitutos de la carne
Este punto va de la mano, sin duda, con una alimentación más sostenible. Reduciendo el consumo de carne favorecemos no solo la propia salud sino también la “salud del medioambiente”.
El interés en relación con el vegetarianismo y veganismo crece año tras año, como también lo hacen las alternativas a la carne, demandando cada vez más productos sustitutivos.
Entre estos alimentos alternativos podemos encontrar por ejemplo la Heura, una alternativa con gran valor nutricional, muy parecido a la carne, cuyo ingrediente principal es la soja.
¿Qué buscan, por tanto, estas tendencias nutricionales?
Como hemos podido comprobar el estilo de vida saludable que se propone con estas tendencias nutricionales se enfoca en la calidad de los alimentos, en una alimentación consciente y en cuidar aspectos tanto de nuestra salud como del medio ambiente.
Es más, podemos observar que en este nuevo año se está prestando una especial atención a la relación alimentación-microbiota, y el eje intestino-cerebro. Este último es un campo de investigación que sugiere que un intestino saludable conduce a un estado de ánimo feliz. Está demostrado que el 70% de las células inmunitarias están en el intestino y la serotonina, que es la hormona de la felicidad, se produce ahí. Los consumidores cada vez son más conscientes de esto.
En definitiva, una nutrición inteligente siempre garantizará el éxito, tanto a nivel de salud física como psíquica, y logrará beneficios a nivel medioambiental.
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Comentarios
Muy buena la informacion